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Faltó un regulador fuerte para evitar monopolio de Telmex: expertos

La privatización de Telmex hace 25 años careció de un regulador fuerte, que evitará que la empresa se convirtiera en un monopolio, coincidieron expertos en telecomunicaciones.

El proceso de privatización de Teléfonos de México (Telmex) hace 25 años, el cual llevó a la creación de una empresa que actualmente detenta el 72 por ciento del mercado de telefonía fija en el país, careció de un regulador fuerte, que evitará que la empresa se convirtiera en un "monopolio concentrador del ingreso", coincidieron especialistas del sector.

Víctor Pavón-Villamayor, experto en competencia en materia de telecomunicaciones, consideró que la decisión de privatizar la empresa antes de tener un órgano regulador fuerte para enfrentar una empresa dominante fue un error. Sin embargo, "la apuesta del gobierno era que las reglas y el regulador se fortalecieran rápidamente, cosa que no sucedió y el dominante abusó de su posición", dijo.

El expresidente Carlos Salinas de Gortari, publicó un artículo en El Financiero a propósito de los 25 años de la empresa telefónica, cuya liberalización fue considera "como una de las grandes historias de éxito de la privatización".

"Hoy, un cuarto de siglo después, en una encuesta reciente la mayoría de los usuarios se quejaron desesperadamente por "cortes de llamadas, cobros indebidos, mala señal, pérdida de la conexión y desconexión del servicio sin ningún motivo. Para muchos Telmex se ha convertido en la 'bestia negra' de las empresas privadas mexicanas. Es decir, en sinónimo de 'abuso, atropello, monopolio concentrador del ingreso'", expuso el Salinas de Gortari.

A finales de la década de los 80, los mercados de telecomunicaciones estatales comenzaron a privatizarse de forma paralela en distintos países europeos con las empresas France Telecom, British Telecom, Deutsche Telecom y Telefónica. México siguió la tendencia internacional del sector.

Al respecto, Jorge Negrete, director de Mediatrlecom Policy and Law, mencionó que todos los países aprendieron de sus propias experiencias en el proceso de privatización de las comunicaciones. "Fue un periodo de aprendizaje", dijo.

Europa apostó por la sobreregulación de las empresas en Reino Unido y Francia, quien cerró las puertas a la inversión extranjera en telecomunicaciones, mientras que Alemania apostó por conquistar los mercados internacionales con Deutsche Telekom y España optó por una visión proteccionista de Telefónica.

"En ese momento era difícil definir cuál iba a ser la regulación correcta, no creo que haya sido la más adecuada y se combinó con la carencia de un regulador fuerte que no podía imponer sanciones eficientemente sin que los tribunales hicieran tantas suspensiones", opinó Miguel Flores-Bernés, ex comisionado de la extinta Comisión Federal de Competencia.

Los especialistas coincidieron en que faltó visión al haber dejado en una sola empresa las telecomunicaciones con un plazo para que no tuviera competencia, pues se estudiaron modelos de segmentación geográfica que pudieron haber favorecido el desarrollo de competencia en el sector.

"La competencia pasó al segundo plano y privilegiaron la cobertura ofreciendo todos los activos a un sólo jugador, en un paquete más atractivo para los inversionistas", dijo Pavón-Villamayor.

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