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Es de esperar que la mayoría de las compañías acusadas de un esquema fraudulento de larga data se emocionen si el Gobierno retira los reclamos en su contra. No es así para Exxon Mobil, al menos no este lunes.
El gigante de la energía desató un torrente de críticas contra la fiscal general de Nueva York, Letitia James, en las presentaciones judiciales de este lunes, más de una semana después de que ese estado buscara retirar dos de cuatro reclamos en el último día del juicio civil que aún no ha sido resuelto por el juez. Exxon dice que el Gobierno no pudo probar los reclamos de fraude y solo los hizo "para ganar titulares y puntos políticos".
Nueva York había utilizado los reclamos, que ahora retiró, para alegar que Exxon engañó intencionalmente a los inversores durante años sobre sus costos indirectos para dar cuenta de los riesgos de futuras regulaciones de cambio climático en su negocio, y que los inversores se habían basado en esas declaraciones falsas para comprar acciones de Exxon.
El juez de la Corte Suprema de Nueva York, Barry Ostrager, quien revisó los 11 días de testimonios que terminaron el 7 de noviembre, bloquearía el intento del Gobierno de Nueva York de abandonar los dos reclamos y, en su lugar, dictaminaría a favor de Exxon para que todo el caso finalmente "se aclare" después de cuatro años de comentarios despectivos por parte del estado contra la firma, dijo la compañía en su presentación.
El fiscal general "impugnó directa y repetidamente la reputación corporativa de Exxon Mobil y la reputación de sus empleados", cuyos nombres fueron arrastrados, dijo la compañía. El Estado "ahora no puede borrar estos últimos cuatro años porque su teoría sobre el fraude fue completamente desacreditada en el juicio", dijo Exxon.
La acusación restante de Nueva York es que Exxon violó la Ley Martin del estado, una ley de valores antifraude, al emitir declaraciones engañosas sobre los costos de representación. Bajo ese reclamo más limitado, el estado no necesita probar la intención o demostrar que los inversores realmente confiaron en la información.
La oficina de James se negó a comentar sobre la presentación de Exxon o explicar por qué el estado quería retirar dos acusaciones de fraude.
En la presentación de la Corte posterior al juicio de este lunes, el fiscal general argumentó que incluso sin las denuncias de fraude, hay evidencia suficiente de que Exxon engañó a los inversores durante años al emitir información confusa y contradictoria sobre sus métricas de carbono. Nueva York afirma que Exxon dijo públicamente que estaba usando un costo conservador para apaciguar a los inversores, mientras que una cifra más baja se usaba con frecuencia para tomar decisiones internas sobre proyectos como las arenas petrolíferas en Alberta, Canadá.
Exxon sostiene que el caso está muy lejos de lo que Nueva York ha estado diciendo públicamente desde que este comenzó a investigar en 2015 hasta el final del juicio. La entidad había afirmado que los costos de representación de Exxon eran un "esquema fraudulento de larga data" que estaba "sancionado en los niveles más altos de la compañía", según muestran los registros judiciales.
El expresidente ejecutivo de Exxon, Rex Tillerson, enfrentó años de acusaciones particularmente duras por parte del estado, por encabezar deliberadamente el plan y tratar de encubrirlo. En el estrado de los testigos, negó el reclamo y dijo que el caso era injusto para la compañía.
En su presentación de este lunes, el Gobierno de Nueva York dijo que las presuntas declaraciones erróneas de Exxon fueron repetidas y persistentes. Pero no intentó explicar su decisión de abandonar los dos reclamos de fraude.
"El riesgo regulatorio del cambio climático es un riesgo crítico en la industria del petróleo y el gas, y como consecuencia, las declaraciones engañosas de Exxon sobre su gestión de ese riesgo son claramente importantes para los inversores", dijo el AG.