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La Expo de Dubái de 2020 se aplazará al 1 de octubre de 2021 debido a la pandemia del nuevo coronavirus, según anunció este lunes el organismo con sede en París que gestiona los eventos.
La Bureau International des Expositions anunció su decisión horas después de que la policía en Kuwait dispersara lo que describió como disturbios de egipcios que han quedado varados en el país debido a la crisis del virus.
Es la primera muestra de descontento reportada por parte de la gran población de trabajadores extranjeros en la región, que han perdido sus empleos por la crisis.
Dubái, un reino dentro de Emiratos Árabes Unidos, había apostado miles de millones de dólares en la Expo 2020 para reactivar su maltrecha economía. Desde que la pandemia dejó en tierra los vuelos de su operadora de larga distancia Emirates y golpeó su sector de bienes raíces, Dubái ha intentado aplazar el evento hasta el año que viene.
Los países miembros de la oficina de exposiciones llevaban días votando la solicitud de aplazamiento y se esperaba que el conteo final se conociera a finales de mayo. Sin embargo, la oficina indicó que la mayoría necesaria de dos tercios de miembros había votado a favor del retraso, de modo que se concedería.
La propuesta contemplaba celebrar el evento entre el 1 de octubre de 2021 y el 31 de marzo de 2022.
La agencia estatal de noticias kuwaití KUNA informó de un choque descrito como "disturbios" de egipcios confinados en un refugio.
Videos difundidos en internet decían mostrar a la policía de Kuwait lanzando gas lacrimógeno a los manifestantes por la noche. Los inconformes corearon antes "¿Dónde está nuestra embajada?".
La agencia no mencionó el nivel de fuerza policial empleada para sofocar la protesta, ni cuánta gente fue detenida. El Ministerio kuwaití de Información no respondió en un primer momento a una petición de comentarios.
Los videos decían mostrar a los egipcios en un centro, armados con trozos de muebles en un momento de la confrontación. El refugio parecía estar en un entorno industrial, rodeado por una cerca de alambre coronada por alambre de espino.
KUNA había citado antes al embajador egipcio ante el diminuto país petrolero señalando que El Cairo preparaba vuelos de repatriar esta semana a sus ciudadanos atrapados.
Las autoridades kuwaitíes también indicaron que suspenderían las multas y penas de prisión para los que hubieran superado los plazos de sus visas para ayudar a los que quisieran marcharse a volver a sus países de origen.
Como muchos estados ricos en petróleo del Golfo Pérsico, Kuwait depende de un gran número de trabajadores extranjeros para labores como empleadas domésticas, obreros de construcción o trabajos de oficinistas.
Esos trabajadores, que son desde hace tiempo una fuente crucial de ingresos para sus familias, se encuentran ahora atrapados por la pandemia del coronavirus y desesperados por regresar a sus países de origen, mientras se les acaba el dinero y el COVID-19 acecha sus campamentos de trabajo.
Unos 35 millones de inmigrantes trabajan en los estados del Golfo: Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, así como Jordania y Líbano, según cifras de Naciones Unidas. Los extranjeros superan por mucho a los ciudadanos locales en el Golfo Pérsico, y en algunos países llegan a suponer el 80 por ciento de la población.
En Kuwait en particular, una creciente xenofobia ha llevado a las autoridades a deportar a más extranjeros por diversos motivos, como infracciones de tráfico.
En total, los países de Oriente Medio han reportado más de 339 mil casos de coronavirus, con al menos 11 mil 310 muertes, más de la mitad en Irán.
En Sudán, el ministro estatal de Transportes e Infraestructuras, Hashim Ibn Auf, dio positivo en el virus, convirtiéndose en el funcionario de más alto rango en hacerlo, según precisó el Gobierno el domingo por la noche. Sudán ha reportado 678 casos y 41 muertes por el virus.