Lorenzo Zambrano dejó a Cemex con buena salud financiera y con sólidos fundamentales, además de un plan de crecimiento de mediano plazo positivo que hace que la firma no luzca con problemas ante inversionistas.
Al cierre de marzo de 2014 la empresa tenía una deuda de 16 mil 810 millones de dólares y los vencimientos a 2016 representaban el 16 por ciento del total. Al finalizar el 2008, la deuda sumaba 19 mil millones de dólares, de los cuales, el 37 por ciento vencían a corto plazo.
En 2006, los pasivos de la cementera ascendía a 6 mil millones de dólares, triplicándose al cierre de 2007, tras la adquisición de Rinker.
"La deuda total se ha venido refinanciando en forma exitosa", dijo Jorge Plácido, director de análisis bursátil de Vector.
Marco Medina, analista de Ve por Más, detalló que los fundamentales de la empresa se mantienen atractivos debido a que está en plena recuperación en mercados como Estados Unidos.
Para Monex, las expectativas de la compañía no cambiaron con el deceso de Zambrano.
