En la década de los años cuarenta Juan Tapia, originario de Querétaro, pero radicado en la Ciudad de México, comenzó a vender dulces en una bicicleta.
Luego de que su dulcería móvil fuera exitosa, decidió comercializar sus productos en locales, como distribuidor en las tiendas, según relata su nieto, David Rodríguez, director de Franquicias y Ventas de lo que ahora es la marca "El Rey del Dulce".
Tapia inició una cadena de distribución que con el paso del tiempo se convirtió en un punto de venta. Fue entonces cuando decidió regresar a su estado. Más adelante, abrió una distribuidora para abastecer a otras tiendas en el estado, con lo que nació El Rey del Dulce, en 1982.
Tapia vendió la marca a una de sus hijas, Yolanda y ella armó el proyecto para convertirla en franquicia.
"Mucha gente criticó que cómo se iba a franquiciar algo que no producía, sólo el nombre; cuando de hecho se franquicia desde el servicio, la marca, el modelo del negocio", comentó Rodríguez.
Hoy, la empresa tiene 23 franquicias en México, cinco de las cuales se encuentran en Querétaro. Además tiene 19 tiendas propias y ya trabaja en su entrada a Estados Unidos para atender al consumidor latino.
Empresas