En 2017 la demanda de espacios para oficinas en la Ciudad de México (CDMX) alcanzó los 500 mil metros cuadrados (m2), 23 por ciento más que un año antes, de acuerdo con datos de la empresa de corretaje CBRE.
Según expertos del sector inmobiliario, esta expansión se debió a las secuelas de los sismos de septiembre pasado, ya que muchas empresas tomaron medidas de seguridad extra y se mudaron a edificios de más calidad, aquellos denominados A y A+.
"El 2017 empezó con pesimismo para el sector, ya que la volatilidad del peso frente al dólar tenía preocupados a los arrendatarios. Hasta agosto veíamos una significante caída en la demanda de oficinas en la CDMX, sin embargo, los sismos vinieron a dar un empuje al sector", explicó Héctor Klerian, director para México del grupo de corretaje JLL.
De los cerca de 500 mil m2 de espacios que se demandaron en 2017, aproximadamente el 24 por ciento fue bajo el esquema de pre-arrendamiento.
Según datos de CBRE, al cierre del 2017 se tenían en construcción 1.7 millones de m2, con 64 proyectos por concluirse hacia los próximos cuatro años.
Los corredores de Insurgentes, Polanco y Santa Fe son el 68 por ciento de la actividad en la capital de la República Mexicana.
Los principales nuevos inquilinos de los edificios clase A y A+, de acuerdo a Klerian, son las dependencias gubernamentales, ya que algunas de éstas fueron las que más sufrieron daños por los sismos en septiembre pasado.
"Actualmente contamos con unos 800 mil metros cuadrados disponibles de uso de oficinas, lo que es un número saludable. A pesar de esto, sigue latente la sobre oferta de estos espacios en algunas zonas de la Ciudad que ya tenemos identificadas", explicó el ejecutivo de CBRE.
Durante el 2017 el nivel de desocupación promedio de los locales para oficinas en la Ciudad de México fue de 15.7, cuando a principios de ese año se preveía que cerrara en casi 20 por ciento.
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