La incompatibilidad entre las ruedas de los trenes que corren en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México y los rieles fue un problema de coordinación y de mala consultoría, consideraron expertos.
Luis Zárate, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, consideró que el problema se debió a un tema de coordinación, pues se lanzaron dos contratos distintos, por lo que un consorcio se encargó de la obra civil y la española CAF, arrienda los trenes.
"Se hicieron dos contratos y algo pasó que los trenes no coinciden con la vía", comentó Zárate, quien es también vicepresidente de ICA, empresa que encabeza el consorcio constructor de la Línea 12.
El directivo aseguró que durante la obra civil se registraron altos niveles de supervisión e incluso se contrató a Consorcio Certificador, firma extranjera, para vigilar el proceso.
Además, se hicieron revisiones por parte del Instituto Politécnico Nacional a la construcción.
"Los trenes son de una empresa que no está afiliada a la Cámara (Mexicana de la Industria de la Construcción) y no sé detalles de los trenes, fue un contrato aparte y no tengo conocimiento de qué se pidió", dijo.
Alejandro Villarreal, socio de Asesoría en Infraestructura de la consultora BDO, dijo que esta falla fue un error en la consultoría del proyecto, pues lo ideal debió ser que un mismo consorcio se encargara tanto de la obra civil, como del material rodante, así no habría problema con la incompatibilidad de los trenes y los rieles.
"Hubo una mala consultoría. El mismo consorcio debió encargarse de toda la obra, es una manera de mitigar el riesgo, el proyecto debió hacerse de forma integral", afirmó Villarreal.
El gobierno del DF no lanzó ninguna licitación para realizar la consultoría del proyecto de la Línea 12, sino que se hizo internamente.