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Casa Saba, en riesgo de impago si no vende negocio

La empresa de la familia Saba tiene en puerta vencimientos que no alcanzaría a pagar con el efectivo que tiene en caja, ni con el flujo operativo que genera.

Casa Saba está en riesgo de declararse en impago e incluso de caer en concurso mercantil, pues tiene en puerta vencimientos que no alcanzaría a pagar con el efectivo que tiene en caja, ni con el flujo operativo que genera.

Ante este entorno, la empresa de la familia Saba tendría que darse prisa para vender su negocio de distribución, el cual ha ofrecido a diferentes laboratorios, según fuentes al tanto de las negociaciones.

De acuerdo con su información financiera, la capacidad de pago de la empresa es casi nula, pues mientras que los intereses a pagar en el primer trimestre de 2015 fueron de 28.98 millones de pesos, su flujo operativo ascendió a apenas 2.36 millones de pesos. Es decir que por cada peso que Casa Saba tiene que pagar de intereses, la generación de flujo es de sólo 8 centavos.

La empresa deberá liquidar un crédito de 951 millones de pesos a Mi Banco el próximo 17 de junio, sin embargo, al mes de marzo el efectivo disponible de la empresa era de únicamente 94.9 millones de pesos. En tanto, el pasivo total de la empresa fue de 3 mil 894.4 millones de pesos al cierre de marzo del 2015.

Fuentes de la industria farmacéutica que pidieron el anonimato comentaron que Casa Saba se encuentra en pláticas con laboratorios en un esfuerzo para liquidar algunas de sus cuentas, luego de haber tenido caídas en sus ingresos por alrededor del 98 por ciento en el primer trimestre del 2015.

"Ha hecho un esfuerzo hasta hace unos meses por liquidar algunas cuentas, algunos laboratorios han llegado a convenios con ellos (Casa Saba), pero esa es una gestión de cada uno de los laboratorios, no conocemos los detalles", señaló una fuente.

En 2014, la empresa concluyó la venta de Farmacias Ahumada, controladora indirecta de Farmacias Benavides, a la inglesa Alliance Boots, por un monto aproximado de 8 mil 300 millones de pesos, lo cual en su mayoría se destinó al pago de acreedores bancarios que mantenían las acciones de Farmacias Ahumada en prenda.

En su momento, Ricardo Ríos, director de Comunicación de Casa Saba, comentó que la salida del negocio farmacéutico fue parte de una decisión estratégica de su director general y principal accionista, Manuel Saba.

La empresa debe liquidar en un año alrededor de 380 millones de pesos a sus proveedores, sin embargo, lleva meses sin operar el negocio de distribución, lo cual ha sido aprovechado por sus competidores Nadro y Marzam.

La empresa cuenta con al menos 30 centros de distribución que no ha logrado vender. Además, posee activos como bienes inmuebles, flotilla de transporte de carga y una comercializadora.

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