Empresas ESG

Despierta México el apetito por las inversiones verdes

Cemex, GCC, Bimbo, BBVA, Walmart, Vinte y Fibras como Danhos, Prologis y UNO  buscan descarbonizarse

México no es ajeno a los efectos radicales del cambio climático en el mundo: sequías prolongadas, escasez de agua, fenómenos naturales más agresivos y contingencias ambientales, son sólo algunos de los eventos que han obligado a las  empresas a buscar alternativas para reducir su huella de carbono y de contaminación.

Ante esta presión climática, las inversiones verdes como bonos etiquetados a la sostenibilidad, proyectos con certificaciones para reducir el consumo de energía, agua y la emisión de carbono, así como esfuerzos de industrias como la cementera, el autotransporte, la construcción, entre otras, para descarbonizarse, avanzan a contrarreloj para evitar más catástrofes.

En ese sentido, México se ha convertido en un polo de atracción para este tipo de inversiones, desde la construcción de casas, donde está el caso de la desarrolladora Vinte con ayuda del International Financial Corporation (IFC), el brazo financiero del Banco Mundial, hasta la emisión recurrente de bonos verdes por parte de Fibras como Danhos, Prologis y Fibra Uno para financiar planes y desarrollar proyectos inteligentes.

Además, otras empresas como Cemex, GCC, Bimbo, BBVA, Walmart, Google y Nestlé, entre otras, destacan por sus estrategias para cumplir con acuerdos mundiales y de responsabilidad social y ambiental. Sin embargo, a nivel nacional, México también lucha para cumplir acuerdos de la Agenda 2030 y liderar esta ola de inversiones verdes.

“La relevancia que se ha tenido en este mercado de empresas sostenibles y más hablando del tema ambiental, es un poco la presión para limitar el calentamiento global. Hemos visto muchas industrias que están cambiando su operación para tener menos emisiones y en el lado del sector financiero se puso mucho la presión de ser un sector relevante para limitar el calentamiento y financiar proyectos”, comentó Luisa Adame Elías, directora de HR Sustainable Impact en HR Ratings.

Agregó que, además de cumplir los objetivos de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, empresas e industrias en México también ejecutan una carrera por la llamada ‘net zero’ o reducción cero de emisiones de carbono.


Luisa Adame Elías destacó que, desde el lanzamiento del primer bono etiquetado a la sostenibilidad, a la fecha, se han realizado más de 42 emisiones bursátiles etiquetadas, en su mayoría lideradas por Fibras inmobiliarias.

“Muchas Fibras o entidades de desarrollo de construcción de edificios de vivienda, comerciales o de oficinas, han implementado construcciones en las cuales han tenido certificados de sus edificios que tienen de 20 hasta arriba de 40 por ciento de eficiencia energética comparado con otros edificios”, dijo.

Cabe destacar que, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias (Amefibra), las 16 Fibras que forman parte de la organización, entre industriales, hoteleras, de oficinas y usos mixtos, tienen más de 6 millones de metros cuadrados de portafolio con alguna certificación bajo estándares internacionales como LEED y EDGE.

Fibra Uno, el fideicomiso más grande en naves industriales, oficinas y malls en el país, es de las empresas con mayor inversión etiquetada en sostenibilidad.

A la fecha, 1.4 millones de metros cuadrados han sido certificados con LEED, BOMA, Well y EDGE. La compañía tiene planes para sumar hasta 4.4 millones de metros cuadrados de portafolio certificados para el 2030, equivalente al 37.7 por ciento de su portafolio.

“Si nuestro portafolio industrial fuera por su parte una Fibra, sería más grande que el segundo competidor existente en el mercado actual, con ello podemos comprobar que nuestros esfuerzos ASG tienen una escala relevante”, comentó Ana Karen Mora, directora de sostenibilidad y Fundación FUNO.

Pero no sólo las empresas, México a nivel gobierno también ha creado una taxonomía para cumplir los objetivos de desarrollos sustentable, apoyar a las industrias y además buscar emisiones de capital verde que impulsen este desarrollo.

Sin embargo, persisten varios retos, principalmente ligados a la generación y distribución de energía más limpia, mayor infraestructura, desarrollo de proyectos comunitarios, incentivos fiscales y política pública para impulsar la inversión verde en varios sectores, entre otros.

“El consumo energético y la agricultura son dos áreas en las que debemos concentrarnos para transitar hacia la sustentabilidad, para poder disminuir emisiones en México y poder avanzar del lugar que hoy tenemos como países de mayores emisores de CO2. Creo que el sector financiero está siendo muy proactivo en la movilización de capitales de sustentabilidad”, concluyó Adame Elías.

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