Emprendedores

¿Eres empresario y vas a firmar un contrato? Aquí están 3 recomendaciones de Mauricio Candiani

Tener testigos y establecer las garantías en caso de incumplimiento son algunos de los consejos del empresario.

Fijarse en quiénes firman, tener testigos y conocer a detalle el documento son algunas de las recomendaciones que ofrece Mauricio Candiani a los empresarios para la firma de contratos.

"Independientemente del tamaño de la compañía, si es nueva o no, los empresarios todo el tiempo están discutiendo qué te vendo, cómo te lo vendo, cuándo te lo entrego, cómo te lo entrego, qué me pagas, cuándo me pagas, cómo me pagas y qué pasa si no me pagas y así, los contratos pasan a formar parte de la vida de todo emprendedor", indicó Mauricio Candiani en entrevista para Ganadores y Perdedores.

Detalló que los contratos no son sólo responsabilidad de los abogados sino también de los empresarios.

Por lo que Candiani, en su columna de este martes publicada en El Financiero, realiza tres recomendaciones para los empresarios.

1. Poner atención en quiénes firman. No deben firmar solamente los que están facultados como personas morales o los individuos que están realizando el compromiso, también aquellos que han atestiguado la conversación del acuerdo.

"En mi vida de empresario pareciera que unos se ponen de acuerdo con otros y luego le piden a otro que redacte o termine de afinar (el documento) y no sabes cuántas veces en el camino se desajustan los términos", agregó.

2. Privilegiar las formalidades del contrato. Que las palabras y el lenguaje utilizados en el contrato sean lo más comprensibles posible.

"Tienes que comprender a qué te estás obligando, qué derecho le estás creando (a la otra parte), qué cosas pasan en caso de que algo se descarrile. Y de verás, me he encontrado en mi carrera empresarial gente que quiere complicar el contrato como fin último de las cosas, se necesita ser casi casi magistrado de la Suprema Corte para entender esas dos, tres, 10 o 20 hojas", abundó.

Describió que los contratos deben ser sencillos y tener claros el qué, el quién y el cómo, y estar redactados de tal forma que no se requiera un asesor legal al lado para entenderlos.

Aunque aclaró que eso no significa que se deban eliminar ciertos términos jurídicos.

3. Determinar qué pasa ante el incumplimiento. En todo contrato hay riesgos, pero lo importante es establecer las garantías en caso de que una de las partes incumpla.

"Lo mejor que puede pasar es que los riesgos estén balanceados, pero de repente hay organizaciones que quieren todas las garantías y al de enfrente (la otra parte), nada. En un país donde la justicia es lenta, cara, burocrática no negocias contratos con la idea de 'me voy a pelear', para eso existen las garantías, balances, penalizaciones, pero deben estar diseñadas de manera balanceada, inteligente, incluso con periodos de remediación", dijo.

Si quieres leer la columna completa de Candiani, puedes hacerlo aquí.

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