Edomex confirma muerte de 10 custodios y cuatro reclusos de cárceles por COVID-19

Toluca, Méx.- El Gobierno del Estado de México confirmó que hasta el día de hoy se han registrado las muertes de 10 custodios, cuatro reclusos, un abogado y un médico de su sistema penitenciario, que consta de 4 mil 500 funcionarios y 31 mil Personas Privados de la Libertad (PPL) en 22 centros de detención, con capacidad para albergar a sólo a 13 mil.

Debido a la insuficiencia de espacio que existe en diferentes centros penitenciarios para aislar a posibles sospechosos y casos confirmados de COVID-19, fue habilitado un área-hospital con capacidad para atender al menos 200 PPL en el Centro Penitenciario de Neza-Norte.

El gobierno mexiquense afirmó que en esas instalaciones hay personal médico permanente con las herramientas adecuadas y un área aislada y sanitizada, y "en caso de alguna complicación se tiene un convenio con la Secretaría de Salud del Estado de México para tratar aquellos casos con contagio de COVID-19 que requieran de soporte hospitalario".

El Centro Penitenciario de Neza Norte ha recibido 22 internos del reclusorio de Cuautitlán, 10 de Lerma y seis de Ixtlahuaca.

"En todos los casos los internos ahí atendidos han sido dados de alta y reintegrados a sus Centros, con excepción de los internos provenientes de Ixtlahuaca que siguen ahí su tratamiento con un pronóstico positivo", señalaron autoridades penitenciarias.

En un comunicado, apuntaron que realizan acciones de limpieza y sanitización de las áreas comunes, así como de las estancias que cada Centro, además de establecer y acondicionar espacios eventuales para aislar del resto de la población los casos que pudieran ser considerados como sospechosos.

Asimismo, amplió el horario de entregas de apoyo de familiares a sus internos en todos los centros, "que ocurre todos los días de la semana. Además, se pueden realizar llamadas telefónicas gratuitas los fines de semana".

Finalmente, recordaron que desde el pasado 7 de marzo establecieron cercos sanitarios en los ingresos de todos los establecimientos penitenciarios con el propósito de reducir el riesgo de contagio de los visitantes a los internos.