Economía

Y a todo esto, ¿qué son las coberturas cambiarias? Aquí te lo explicamos

Dichas coberturas, de forma general, son una herramienta derivada que tiene como principal función proteger contra la volatilidad de una moneda.

Debido al desplome del peso, que este lunes cayó 5.4 por ciento, a 21.17 unidades por dólar, la Comisión de Cambios, integrada por funcionarios del Banco de México (Banxico) y de la Secretaría de Hacienda, anunció que aumenta el tamaño del programa de coberturas cambiarias liquidables de 20 mil millones de dólares a 30 mil millones de dólares.

¿En qué consisten dichas coberturas y quiénes están implicados en estas? Aquí te lo explicamos.

Las coberturas cambiarias, de forma general, son una herramienta derivada que tiene como principal función proteger contra la volatilidad de una moneda. En el caso de las anunciadas por el Banco de México, naturalmente, dicha moneda es el peso.

El proceso de estas consiste en un contrato que firmará por una parte el Banco de México y por otra alguna institución financiera. Dicho contrato cuenta con tres aspectos principales: el plazo, el monto y un valor determinado para el tipo de cambio del peso frente al dólar.

De esta manera, las instituciones financieras que busquen asegurar un tipo de cambio para un plazo menor a 12 meses podrán contratar una de estas coberturas cambiarias.

El procedimiento para asignar estas es mediante una subasta, la cual funciona de la siguiente manera.

Banxico hace una convocatoria en la que da a conocer los pormenores de los instrumentos a subastar.

El día de la subasta, los grupos financieros presentarán sus posturas sobre el tipo de cambio que quieren cubrir. Por la dinámica de este tipo de instrumentos, el precio a cubrir siempre es mayor al spot. Por ejemplo, si hoy fuera la subasta y el tipo de cambio se ubica en 21.20 pesos por dólar, puede ser que un grupo financiero ofrezca 21.50 pesos por cada dólar (dependerá del plazo, que en ningún caso es mayor a 12 meses).

El Banco Central asigna cobertura a la mayor postura por un monto determinado, pactado en dólares. Por ejemplo, podría asignar un tramo de 200 millones a la postura más alta y de 300 y 500 millones a las siguientes dos más altas.

Terminado el plazo de la cobertura, Banxico y la institución financiera tomarán en cuenta la diferencia entre el tipo de cambio fix de ese día y el precio al cual fue pactada la cobertura.

Por ejemplo, si la cobertura se pactó en 21.50 y el tipo de cambio en ese día es 22, el Banco de México dará 50 centavos de peso al grupo financiero por cada dólar pactado. Si el monto de la cobertura fue por 200 millones de dólares, entonces la institución bancaria recibirá 100 millones de pesos y comprará en el mercado los dólares a 22.

Por el contrario, si el tipo de cambio al vencimiento es de 20 pesos, entonces la institución pagará a Banxico esa diferencia y comprará sus dólares en el mercado.

Aunque podría pensarse que la institución bancaria que contrató la cobertura perdería en este último caso, financieramente no es correcto, pues lo que hizo fue asegurar un tipo de cambio y dio certeza de cuánto tendría que erogar.

Este último paso es clave para aquellas empresas o bancos cuya deuda está en dólares, pues la cobertura, aunque podría representar un costo, permite una mejor planeación y certidumbre sobre los flujos de la compañía.

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