El director de PMI Comercio Internacional, Víctor Briones, y otros dos ejecutivos abandonaron la empresa en medio de un conflicto sobre una revisión externa de las fórmulas para los precios del crudo de México, dijeron personas familiarizadas con el tema.
Briones, quien trabajó durante dos décadas en PMI, la rama comercial de la petrolera estatal de México, dejó la empresa junto con Carlos Islas, vicepresidente de comercio de crudo, y Alfonso Mendoza, vicepresidente de análisis de petróleo, según cuatro personas enteradas de la situación.
Las salidas fueron motivadas por un desacuerdo dentro de la compañía sobre una revisión externa de nuevas fórmulas creadas para fijar el precio de las ventas de petróleo a refinerías en Estados Unidos y otros lugares, afirmaron dos de las personas. Octavio Romero Oropeza, director de la petrolera, cuestionó la comercialización del crudo hecha por parte del equipo directivo de PMI.
Briones no respondió a llamadas y correos electrónicos en busca de comentarios, mientras que Islas y Mendoza tampoco respondieron a los correos electrónicos que les fueron enviados. Pemex no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
La revisión ha causado retrasos al presentar los precios a los clientes. Las nuevas fórmulas para fijar los precios del crudo del país buscan eliminar la gasolina como resultado de las nuevas regulaciones emitidas por la Organización Marítima Internacional, conocida como IMO 2020, que requieren que los buques quemen combustibles más limpios desde enero del próximo año. Se espera que haga bajar los precios al reducir la demanda de la gasolina.
Estas fórmulas respaldan no solo todas las ventas físicas de crudo realizadas por Pemex, sino también la cobertura soberana anual de México, la mayor de su tipo. El retraso en la finalización de la fórmula podría complicar los esfuerzos de los bancos para mitigar su riesgo de la cobertura, ya que necesitan usar una combinación de futuros y opciones de petróleo líquido.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha opuesto firmemente a las políticas de su antecesor y suspendió las subastas de petróleo competitivas y los acuerdos de empresas conjuntas con Pemex en sus campos petroleros. Su política energética más nacionalista busca que México sea autosuficiente en la producción de combustible y reduzca la influencia de los mercados petroleros globales.
El país, que ha estado luchando por revertir una prolongada caída en la producción de petróleo, exportó un millón 800 mil barriles por día de crudo en agosto, según datos del Gobierno.
Los ingresos petroleros representaron alrededor de 16 por ciento de los ingresos del Gobierno federal en el segundo trimestre, según datos de la Secretaría de Hacienda. Eso es menos del 30 por ciento al comienzo de la presidencia del antecesor de López Obrador, Enrique Peña Nieto, antes de una revisión fiscal y una aceleración en la caída de la producción.