Las ventas de casas nuevas unifamiliares en Estados Unidos disminuyeron más de lo esperado en diciembre, registrando su mayor caída en casi un año y medio porque probablemente se atenuó el impulso generado por el reemplazo de viviendas dañadas por el paso de huracanes en el sur del país.
Otro reporte mostró que el número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidios por desempleo subió la semana pasada desde mínimos en 45 años. El incremento fue menor al esperado, y la tendencia subyacente sigue siendo consistente con un mercado que apuntala la demanda de vivienda.
El Departamento de Comercio dijo este jueves que las ventas de nuevas casas cayeron un 9.3 por ciento a una tasa anual desestacionalizada de 625 mil unidades el mes pasado. El porcentaje de caída fue el mayor desde agosto del 2016.
Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado una caída de las ventas de viviendas nuevas -que representan el 10.1 por ciento del mercado inmobiliario- del 7.9 por ciento en diciembre, a una tasa de 679 mil unidades.
Las ventas se desplomaron un 9.8 por ciento en el sur, tras un incremento del 6.6 por ciento en noviembre relacionado con la reconstrucción de esa parte del país tras el devastador paso de los huracanes Harvey e Irma. Las temperaturas anormalmente frías a fines de diciembre probablemente también redujeron el número de ventas.
Sugiriendo la fortaleza subyacente en el mercado inmobiliario, la venta de viviendas nuevas creció un 14.1 por ciento respecto al año anterior. Se incrementaron un 8.3 por ciento en 2017 a 608 mil unidades, su nivel más alto desde 2007.
La fortaleza del mercado laboral, que está cerca del pleno empleo, ha desatado una demanda de vivienda que no ha sido cubierta por la oferta. Como resultado, el aumento de los precios ha superado al de los salarios, alejando del mercado a algunos compradores primerizos.
La mediana del precio de vivienda nueva subió un 2.6 por ciento a un récord de 335 mil 400 dólares en diciembre respecto al mismo mes del año anterior.
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