CIUDAD DE MÉXICO.- Entre noviembre y diciembre pasado la venta de árboles de Navidad habría registrado una caída de alrededor de 25 por ciento, en comparación con la temporada decembrina de 2013, advirtieron comerciantes consultados por El Financiero.
En un recorrido por mercados tradicionales y autoservicio, locatarios aseguraron que las ventas se fueron en picada y para no perder sus inversiones remataron los árboles de Navidad.
Ana María Prieto, locataria del mercado Martínez de la Torre en la colonia Guerrero señaló que a diferencia de años pasados, cuando se vendían entre 400 y 500 árboles navideños, en diciembre pasado se le quedaron en el exhibidor más de 100 árboles y muchos de los que vendió los tuvo que rematar, ante el temor de que la caída fuera mayor.
Recordó que desde el inicio de la temporada la venta fue mala, sin embargo se tenía la esperanza de que ante la cercanía de las fechas decembrinas hubiera mejoría.
Aceptó que ante la perspectiva de bajas ventas, remataron sus árboles al bajarlos de 500 a 350 pesos, mientras que los que costaban mil 400 los pusieron a 950 pesos.
Roberto Castillo, vendedor del mercado de Jamaica, aseguró que este año la afluencia de los compradores de árboles de Navidad disminuyó considerablemente, afectados en parte por la entrada de árboles artificiales que se asemejan mucho a los naturales.
Agregó que la gente perdió el interés de colocar adornos, no sólo del árbol de Navidad, sino de luces, muñecos, coronas y nacimientos que tampoco se vendieron bien.
En los centros comerciales la situación no fue distinta pues en algunos los árboles de Navidad que se ofertaban en 272 pesos, fueron rematados en sólo cien pesos.
Fernando Martínez, presidente del Consejo Mexicano de la Flor informó que la venta de Nochebuena fluyó de manera adecuada y únicamente se quedó el remanente de entre el 2 y 3 por ciento de la producción total que es de 42 millones de plantas.
Los comerciantes consultados aceptaron que la venta navideña de este año no rindió ganancias, y que se vieron en la necesidad de desechar parte de la mercancía, pues se trata de árboles que una vez cortados no pueden ser plantados y tampoco los pueden vender como material de composta.