Economía

Un TLCAN delgado ‘No vale la pena’, como diría Juan Gabriel: experto

Antonio Ortiz-Mena, vicepresidente senior de la consultora Albright Stonebridge, indicó que aprobar un TLCAN reducido no resolvería los problemas de fondo.

Aprobar un 'skinny deal' o un acuerdo delgado como parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como la canción de Juan Gabriel, 'no vale la pena', de acuerdo con Antonio Ortiz-Mena, vicepresidente senior de la consultora Albright Stonebridge, en Washington.

"Yo creo que si se tiene un TLCAN delgado, algo que no va a necesitar la ratificación del Congreso, no va a resolver los problemas de fondo y no va a poder aprovechar la coyuntura para modernizar el TLCAN. Yo creo que como diría alguien de Ciudad Juárez: 'No vale la pena'", señaló en entrevista con Víctor Piz para el programa Al Sonar la Campana.

"No sería en absoluto aconsejable porque México tiene que ver el tratado en su conjunto, pesos y contrapesos, ya se gastó mucho capital político, mucho tiempo en modernizar el TLCAN", añadió.

Aunque la propuesta de que se apruebe un acuerdo delgado en TLCAN no se ha propuesto aún en la mesa de negociación entre Canadá, México y Estados Unidos, el secretario del Tesoro de Estados Unidos (EU), Steven Mnuchin, indicó a la CNBC que la administración de Trump podría considerar un skinny deal –acuerdo delgado o reducido–.

Señaló que lo más fácil para llegar a un acuerdo es que México y Canadá firmen los términos que quiere Estados Unidos, pero estos serían adversos para los tres países.

"En un tema donde están trabadas las negociaciones, que es las reglas de origen automotriz, la propuesta que tiene Estados Unidos sobre la mesa no necesariamente le beneficia ni al propio Estados Unidos. Hay que estar serenos y esperar que estén las condiciones políticas que beneficien a toda la región y ahorita, al parecer, no están dadas las condiciones políticas", indicó.

Aunque si no hay un acuerdo antes del primero de junio, México y Canadá estarán expuestos a los aranceles al acero y aluminio impuestos por Estados Unidos.

"También (la medida) expone a Estados Unidos a medidas de represalias. Lo único que haría sería complicar las negociaciones. Entre más presionen, más difícil llegar a un acuerdo y más se enturbia el ambiente. Canadá y México se verán obligados a imponer restricciones a Estados Unidos", indicó.

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