Economía

Trump ya no puede utilizar al yuan para atacar a China, ¿por qué?

Durante su campaña, el presidente de Estados Unidos aseguraba que la moneda china era débil para aventajar sus exportaciones. Sin embargo, la situación cambió un año después.

La moneda china, el yuan, fue blanco constante de las críticas de Donald Trump durante su campaña política, pero durante su estancia en Beijing en su primera visita al país como presidente de Estados Unidos, el mandatario descubrirá que muchas cosas han cambiado.

El yuan, al que según decía Trump en su campaña, debilitaban para darles ventaja a las exportaciones chinas, atravesó una transformación desde su triunfo electoral hace un año.

Pocos meses antes de ganar las elecciones, el republicano destrozaba a China, tildándola de manipuladora cambiaria "de nivel magistral", y se quejaba del declive del yuan, que se encaminaba a registrar su caída anual más abrupta en más de 20 años.

Actualmente, la moneda dio un giro y avanza hacia su primera subida anual desde 2013 frente al dólar. También se volvió más volátil a medida que los funcionarios van interviniendo menos y hablan más sobre el futuro más flexible del yuan.

"No espero que Trump vuelva a hablar del yuan", dijo Khoon Goh, director de investigación en Australia & New Zealand Banking para Asia en Singapur. La moneda "está más determinada por el mercado ahora.

El Banco Popular de China se ha abstenido de intervenir activamente y se anticipan más reformas para liberalizar más el yuan".

Irónicamente, lo que permitió que el yuan pasara a florecer fue el declive del dólar este año, alimentado en parte por la incapacidad de Trump para hacer avanzar su agenda impositiva y de salud.

Así, la moneda china tomó por sorpresa a los estrategas que esperaban más pérdidas en 2017. El retroceso de la moneda estadounidense ayudó a reducir las presiones de los flujos de salida que alimentaron la baja del yuan estos últimos años y llevaron a las autoridades chinas a imponer controles de capitales.

Reversión

Antes de ser electo, Trump dijo que declararía como manipuladora cambiaria a la segunda economía más grande del mundo en su primer día en el cargo, y en enero afirmó que China intervenía para apoyar el yuan "porque no quieren que nos enojemos".

Desde entonces, el Tesoro estadounidense se abstuvo de declarar manipuladora a China en dos evaluaciones, pese a que el presidente sigue despotricando contra los desequilibrios en la relación comercial.

Esto se debe a que China no cumple todos los criterios, dice Eddie Cheung, estratega de monedas asiáticas de Standard Chartered en Hong Kong.

Ahora los analistas proyectan que el yuan registrará un avance de 4.5 por ciento este año. Es un giro de 180 grados respecto al comienzo de 2017, cuando anticipaban que cayera 2.8 por ciento, a 7.15 por dólar.

Pero aunque la reversión del papel del yuan podría acallar algunas de las críticas más estridentes de Trump, eso no significa que no seguirá siendo un caballito de batalla político, dice Nathan Chow, economista de DBS Group en Hong Kong.

"La retórica menos tensa de Estados Unidos sobre el yuan permite una mayor cooperación entre los dos países, como para resolver los problemas con Corea del Norte", dijo Chow.

Pero "la política podría convertirse en un factor de peso que impulse sus movimientos en adelante. El yuan siempre será un elemento de negociación muy importante en las relaciones entre China y Estados Unidos".

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