Economía

Trump y los demócratas sí están de acuerdo en algo...

En el Gobierno del republicano ha cobrado fuerza la teoría monetaria moderna, que argumenta que los gobiernos con su propia moneda no pueden ir a la quiebra y pueden seguir gastando hasta que la inflación se convierta en un problema.

Los déficits presupuestarios de Estados Unidos y la deuda nacional están en camino de seguir creciendo, ya que tanto el presidente Donald Trump como sus rivales demócratas quieren usar tasas de interés bajas para financiar más gastos, lo que en efecto implica una forma de adopción de la teoría monetaria moderna, dijeron economistas de negocios en un debate sobre el tema este lunes.

Los conservadores y los demócratas centristas argumentaron en apoyo de la disciplina fiscal durante años, diciendo que desplazaría el gasto privado "y utilizaron la amenaza de tasas de interés más altas como temible", dijo Julia Coronado, presidente de MacroPolicy Perspectives, en una reunión organizada por la Asociación Nacional de Economía Empresarial en Denver.

Pero las tasas de interés han caído este año, incluso cuando el déficit de Estados Unidos superó un billón de dólares en los 11 meses hasta agosto, luego de que Trump y un Congreso republicano aprobaran recortes de impuestos. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años ha caído a alrededor de 1.5 por ciento, en comparación con más de 3 por ciento en noviembre.

Y entre los demócratas, la teoría monetaria moderna –que argumenta que los gobiernos con su propia moneda no pueden ir a la quiebra y pueden seguir gastando hasta que la inflación se convierta en un problema– ha sido adoptada por algunos progresistas para rechazar a los agresivos del presupuesto que argumentan que Estados Unidos no puede permitirse grandes programas de gastos como Medicare para todos y un Nuevo Pacto Verde. Una de las economistas de teoría monetaria moderna de más alto perfil, Stephanie Kelton, es asesora de la campaña de Bernie Sanders.

‘Mal en todo’

La disminución del factor miedo al déficit es palpable en Washington, asegura Coronado, execonomista de la Reserva Federal. "Se puede ver políticamente, ya está sucediendo", dijo. "El campamento progresista está frustrado, han tenido suficiente y dicen 'ustedes están equivocados, se han equivocado acerca de todo y ahora será nuestro turno'".

La desaceleración del crecimiento global y las disputas comerciales han ayudado a bajar las tasas de interés y fueron citadas por la Fed cuando recortó su tasa objetivo dos veces este año. Los inversionistas proyectan un tercer recorte el 30 de octubre y otros bancos centrales también están flexibilizando sus políticas.

Esa es una razón para el giro hacia un mayor estímulo presupuestario, dijo al panel Catherine Mann, economista jefe global de Citigroup.

"La política monetaria crea espacio fiscal reduciendo la tasa de interés que los soberanos tienen que pagar por sus préstamos en relación con lo que era en 2007", dijo Mann. Eso crea la opción de retirar la deuda, "que es lo que quienes vigilan los bonos habrían dicho que debería hacerse", o aumentar los desembolsos, como lo está haciendo el gobierno de Estados Unidos.

Si ese gasto es productivo dependerá de si mejora la capacidad de crecimiento de la economía, asegura.

‘Hagamos una fiesta’

La mayoría de los economistas convencionales han criticado la teoría monetaria moderna, aunque existe un creciente apoyo a la idea de que la política fiscal puede tener que reemplazar a la política monetaria como motor del crecimiento de la economía.

Eso no justifica los déficits presupuestarios actuales de Estados Unidos, que "no son una receta para una economía de superpotencia fuerte y saludable", asegura Cristina Romer, quien presidió el Consejo de Asesores Económicos de la administración Obama, en la reunión en Denver.

"La idea de 'hagamos una fiesta ahora' y ni siquiera pensar en cuánto se pronostica que la situación fiscal se deteriorará debido a la demografía, la atención médica y las tendencias a largo plazo, es realmente muy irresponsable", afirma.

El exgobernador de la Fed, Laurence Meyer, señaló durante la discusión que pesos pesados de la economía, incluido el exsecretario del Tesoro Larry Summers, han salido en apoyo del estímulo fiscal.

Aún así, incluso con fuerzas estructurales que mantengan bajas las tasas, "hay un límite", dijo Meyer. "No se puede tener un déficit de US$5 billones durante los próximos 20 años y decir que todo va a estar bien".

También lee: