CIUDAD DE MÉXICO.- Para que México se ubique realmente entre las principales economías del mundo, debe hacerse que fluya el crédito a todos los sectores productivos, "con lo que nos aseguraremos de que las empresas tengan el combustible para crecer de manera sostenible" afirmó Juan Pablo Castañón Castañón, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Sobre ello, subrayó que ya no se puede seguir enfrentando la paradoja de tener una banca sana, pero que figura entre las que menos presta. Actualmente, indicó, la penetración de crédito al sector privado equivale apenas al 26 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según los datos oficiales, pero si se ven los datos sobre la pequeña y mediana empresa, es aún mucho menor.
El dirigente de la Coparmex anotó que en otros países de América Latina se observa una mejor posición crediticia que la de México, ya que en promedio, el crédito bancario representa el 74.3 por ciento del PIB acumulado entre todos estas naciones.
Asimismo indicó que hay que aprovechar que la reforma financiera considera nuevas facultades de fondeo y la capacidad de otorgar garantías por parte de la banca de desarrollo, aspectos que eran prioritarios para propiciar cambios y ayudar, sobre todo a las empresas pequeñas y medianas, a tener acceso a servicios financieros formales.
Castañón Castañón aseguró que si se logra la adecuada implementación de la reforma financiera, se podrá incrementar la penetración del sistema financiero en México por arriba del 50 por ciento del PIB, que es el nivel que tienen países de desarrollo similares a México.
El crédito, indicó, es un insumo vital para dinamizar el mercado interno y acelerar el crecimiento de las empresas. "Si logramos entonces que se duplique la colocación de créditos al sector privado, veremos un impacto positivo y sostenible en la productividad y por tanto, en la economía en conjunto, que crecerá a tasas superiores", aseguró.
Expuso que uno de los secretos está en combinar los beneficios de una reforma financiera con un espíritu de innovación permanente, ya que hay que generar mejores productos, así como su valor. "Esto es lo que necesitamos para preservar nuestras empresas en el tiempo, hacerlas sostenibles, ser competitivos globalmente", remarcó.