Economía

Serias dudas en el programa de deuda de Puerto Rico

Para evitar la suspensión de pagos, el gobierno de Puerto Rico planea aplicar los bonos de crecimiento, con los cuales devolvería capital después de 10 años, sólo si la recaudación de ingresos en el país superara los niveles establecidos.

Originalmente empleada por Argentina a mediados de la década de 2000, y utilizada luego por Grecia y Ucrania para las reestructuraciones de sus deudas, la propuesta de Puerto Rico parte de un plan para reducir las obligaciones de la isla en un 46 por ciento y evitar caer en suspensión de pagos.

Lo novedoso es el agregado de un endulzante – unos "Bonos de Crecimiento" que potencialmente ayudarían a regresarle todo el dinero a los acreedores.

Pero hay una trampa: los bonos sólo se pagan si Puerto Rico puede recaudar los impuestos suficientes durante los próximos 35 años. Y para la isla esa es una gran incógnita. Esto plantea interrogantes sobre si la oferta es lo suficientemente creíble como para ganarse a los bonistas, ahora que arrancan las negociaciones.

"Es difícil imaginarse un crecimiento económico significativo en Puerto Rico en el futuro próximo", dijo Matt Fabian, de Municipal Market Analytics, una firma con sede en Concord, Massachusetts. "Esos títulos carecerían esencialmente de valor. Probablemente nunca se paguen".

La propuesta de Puerto Rico, anunciada el lunes reduciría sus obligaciones de 49 mil 200 millones a 26 mil 500 millones.

El plan consta de dos clases de títulos: los Bonos Base, que comienzan a pagar intereses en 2018 y los bonos de crecimiento, que devolverían capital después de 10 años sólo si la recaudación de ingresos de Puerto Rico superara los niveles establecidos.

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