Redacción
MÉXICO.- Los estímulos monetarios de Estados Unidos han generado en los últimos meses un sentimiento negativo hacia los mercados emergentes, lo cual se refleja en el debilitamiento de sus monedas y un incremento en la volatilidad en los activos de estos países, de acuerdo con Manuel Sánchez, vicegobernador del Banco de México (Banxico).
"El detonador de este cambio de sentimiento ha sido la percepción en el mercado de que la Reserva Federal pronto comenzará a reducir su compra de activos y terminará su QE3 (Quantitative Easing) para la primera mitad del siguiente año", dijo el funcionario.
Como resultado de su política monetaria, los costos de financiamiento de largo plazo se elevaron en Estados Unidos, pero la reacción en los mercados emergentes ha sido más pronunciada, lo que ocasiona primas de riesgo más elevadas, así como aversión global al riesgo, expuso.
El especialista indicó que lo anterior plantea desafíos para las economías emergentes y que no hay una única solución para lidiar con ello, sin embargo, adecuar las regulaciones y sostener una vigilancia continua en el sistema financiero son defensas esenciales en tiempos de turbulencia.
Sánchez dijo lo anterior en la 55 Reunión Anual de la Asociación Nacional de Economía y Negocios (NABE, por sus siglas en inglés), que se lleva a cabo en San Francisco.
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