CIUDAD DE MÉXICO.- La amistad, el romance y el amor también crecen en las redes sociales y se cultivan de un modo mucho más rápido que cuando las personas se conocen "a la antigüita" es decir, en persona.
De acuerdo con un estudio de The Competitive Intelligence Unit (CIU) la velocidad con la que las parejas que se conocen en las redes sociales viaja en fibra óptica, pues tardan en promedio 18 meses en casarse, mientras que quienes lo hacen en persona tardan 42 meses.
Esta práctica que hasta hace unos años era estigmatizada como una costumbre antisocial o extraña se ha vuelto cotidiana ante el uso cada vez más frecuente de dispositivos móviles.
"Las redes sociales se han convertido en un verdadero antro digital que favorece el acercamiento y el coqueteo, pues facilitan las relaciones de pareja y permiten, a los más aventurados, conseguir encuentros casuales que involucren poco compromiso", indica el estudio.
Debido a la alta conectividad y tiempo que los usuarios dedican al uso de estos espacios hacen que la proximidad sea mayor, dando como resultado que el 27 por ciento de las parejas que contrajeron matrimonio durante 2013 se conocieron a través de la red.
AMOR, OBSESIÓN Y MORBO DIGITAL
No obstante, las redes sociales son también un lugar idóneo para el voyerismo y el acoso, dado que el acceso a la información personal de las personas que son objeto de estas prácticas está disponible en un solo click, dado que el 63 por ciento de los perfiles de Facebook son públicos.
Asimismo, el uso de la tecnología puede acercarnos a personas a las cuales ya no queremos tener cerca, como ex novios o ex parejas. Según un estudio del Pew Research Center realizado en Estados Unidos, alrededor de 47 por ciento de los adultos jóvenes en sus veinte años (entre 18 y 29 años) sigue buscando y checando en Facebook y otras redes información sobre sus ex parejas.
CRECE DESCONFIANZA POR LA PAREJA
Sin embargo, la tecnología también alimenta la desconfianza y la tentación de espiar los hábitos del otro a través de sus dispositivos digitales es un fenómeno que va en aumento.
El 82 por ciento de las personas consultadas por The CIU admiten haber espiado los mensajes en los smartphones de su pareja, especialmente cuando éstos se encuentran en la ducha, mientras que el 18 por ciento dice no hacerlo o no admitir hacerlo.
No cabe duda que en materia de amor, tecnología y encuentros románticos hay cada vez más herramientas al alcance de la mano que pueden acercar, destruir o alimentar una relación y que tiene lugar hoy en espacios como Facebook, Twitter y espacios de mensajería instantánea.