Al concluir el primer semestre de 2016 los flujos de remesas totalizaron 8.9 por ciento más que en la primera mitad del año pasado, dato que apunta el mayor crecimiento para un periodo similar en estos ingresos en 10 años.
Con un total de 13 mil 156 millones de dólares, las remesas familiares que se enviaron al país registraron su mayor expansión en un primer semestre desde 2006.
Además, según indica información de Banco de México (Banxico), el monto que ingresó al cierre del primer semestre fue el mayor para un semestre en ocho años y medio.
Sin embargo, para un primer semestre, no se tiene antecedente de un volumen similar de remesas.
El total de transferencias por remesas hacia las familias mexicanas se logró a través de 45 mil operaciones de envío, cada una de 293 dólares en promedio.
Aunque el monto promedio de los envíos se redujo por tercer semestre consecutivo, la frecuencia de las transferencias aumentó a su mayor ritmo desde el cierre de 2013, con un alza de más de nueve por ciento anual.
El número de envíos que utilizó instituciones bancarias, redujo su participación frente a intermediarios ajenos al sector bancario a su menor nivel desde 2014.
El monto de las remesas que se introdujo al país vía bancos alcanzó 35 por ciento del total, mientras que el restante 65 por ciento lo hizo por no bancos.
En los primeros seis meses del año la entidad que recibió el mayor flujo de estos envíos fue Michoacán, estado al que se dirigieron el 10.2 por ciento de las remesas totales.
En Jalisco y Guanajuato se concentró el 9.4 y el nueve por ciento del monto total.
Por el contrario, los que menos transferencias recibieron fueron Baja California Sur, Campeche y Quintana Roo.