La industria estadounidense de esquisto está a punto de salir del borde del precipicio gracias al acuerdo de la OPEP para recortar 1.2 millones de barriles diarios la producción mundial de crudo.
El acuerdo elevaría los precios al menos hasta el primer semestre de 2017, según Chris Kettenmann, estratega jefe de energía de Macro Risk Advisors.
El resultado: los campos de esquisto en Estados Unidos podrían aumentar la cantidad de crudo producido dentro de cuatro meses, dijo Antoine Halff, del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia. Los primeros en repuntar deberían ser las empresas perforadoras en la Cuenca del Pérmico en Texas y Nuevo México.
Si se cumple con el acuerdo, "está casi garantizado que el crecimiento en la producción de petróleo estadounidense volverá en 2017", afirmó Joseph Triepke, fundador de Infill Thinking, una empresa de investigación petrolera con sede en Dallas.
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