Economía

El TLCAN ya generó autodefensas en contra de Trump

El expresidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, es uno de los estadounidenses que, pese a Donald Trump, sale a defender los beneficios del tratado trilateral, así como lo que significa el mercado mexicano para lo que requiere la economía de EU.

Mientras más golpes al TLCAN por parte de Donald Trump, más estadounidenses surgen a defender el tratado comercial, reveló Robert Zoellick, quien fue el máximo responsable de negociar tratados internacionales en Estados Unidos.

"Estamos descubriendo que cuando Trump hace declaraciones, que las redes culturales y de negocios que se han creado en los últimos 30 años tienen su propia resiliencia".

"Ahora ves cómo el sector agropecuario de Estados Unidos dice 'tenemos que tener cuidado con México porque no queremos perder esos mercados' y el sector automotriz, que básicamente es un sector integrado donde un auto puede llegar a cruzar las fronteras 14 veces, dice: 'no echemos a perder esto'", explicó Zoellick a El Financiero, previo al evento "True Economic Talks" organizado por el Consejo Coordinador Empresarial en la Ciudad de México.

Afectar el TLCAN golpearía también las oportunidades de invertir en las reformas mexicanas, advirtió Zoellick, exlíder de la oficina comercial de EU de 2001 a 2005, y expresidente del Banco Mundial de 2007 a 2012.

"El presidente Peña Nieto llevó a cabo unas reformas estructurales muy grandes, la de telecomunicaciones, energía. Estuve hablando con una persona de una firma de telecomunicaciones de Estados Unidos y ellos no quieren perder los beneficios de eso", expuso.

Una afectación al tratado norteamericano pondría en riesgo exportaciones de gas natural hacia el sur que no dejan de crecer y provocaría hasta un crecimiento de la inmigración de centroamericanos que México ya no tendría interés de contener, dijo.

"Hay un gran componente económico, pero incluso si te enfocas en los puntos que Trump ha enfatizado, socavar las relaciones con México lastimará el poder cumplir con sus propios objetivos.

"Pensemos en la inmigración ilegal, pues ésta viene en su mayoría de Centroamérica y si tu empeoras tu relación con México, entonces ¿qué interés tiene México en tratar de resolver ese problema?", apuntó el experto, ahora académico de Harvard Kennedy School of Government.

-¿Son peligrosos para el TLCAN los ataques de Washington a Canadá y México?

-Ciertamente ha creado una gran incertidumbre y aún no está claro lo que la administración Trump quiere lograr con modificar el TLCAN. Pienso que el TLCAN es la piedra angular de una integración mucha más profunda que ha sido parte del proceso de reformas de México en los últimos 30 años por lo que pienso que la relación norteamericana es importante para los tres países, pero también puede ayudar a todos a competir de manera global.

Pienso que parte del problema es que el presidente Trump está muy enfocado en los déficits comerciales bilaterales, y la mayoría de los economistas pondrían en duda si estos arrojan información sobre el estado de una relación económica, por lo tanto, no tengo claro qué tipo de cambios buscará la administración.

-¿Coincide con aquellos quienes afirman que la administración Trump no sabe lo que quiere con cambiar el TLCAN?

-Pienso que es un equipo nuevo, muchos de ellos no tienen experiencia con estos temas desde el lado político, algunos de ellos son más de experiencia en negocios. Han sido algo lentos en escoger el siguiente nivel de funcionarios que son los encargados en llevar estas negociaciones.

Creo que es demasiado decir que no saben lo que quieren porque se concentran en el comercio bilateral, pero que lo que buscan sea algo económicamente sólido es otra pregunta y cómo lo van a lograr es, de hecho, otra pregunta.

-¿Ve espacio para una final feliz entre la relación comercial de México y EU?

-Yo observo a los tres países norteamericanos desde una perspectiva global y hace un par de años me tocó co-presidir un reporte junto con el exgeneral David Petraeus (exdirector de la CIA), en el que se señalaba lo que se podía hacer en términos de infraestructura, comercio, fuerza laboral, seguridad, Estado de derecho, todo con la idea de que si los tres países son más fuertes, más independientes energéticamente, con más exportaciones en energía, con una base manufacturera integrada, tres democracias que trabajan conjuntamente en temas de seguridad, habría una mejor posición en un contexto global, esa ha sido la estrategia de Estados Unidos a lo largo de gobiernos de diferentes partidos por lo menos en los últimos 30 años y México ha llevado a cabo grandes cambios que sé siguen en proceso, una gran reorientación económica y política creando una democracia multipartidista competitiva así como cambios económicos por lo que pienso que socavar eso sería extremadamente malo.

Si estás tratando con problemas del crimen organizado y narcóticos puedes ver puntos en común.

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-Hay quienes dicen que es bueno para México el hecho de que se suba a las negociaciones temas como seguridad y migración porque le dan peso al país ¿Considera que es bueno mezclar comercio y seguridad en la misma negociación?

-Pienso que todo esto cabe en un contexto general, pero también pienso que mi consejo para los mexicanos sería que muestren la disposición de cooperar con Trump, que sugieran formas de mejorar el TLCAN, maneras en las que podamos mejorar la seguridad e infraestructura fronteriza, pero que también tracen una línea en las cosas que socaven los intereses de México, su independencia y sentido de dignidad y en general, si México puede mantenerse calmado ante declaraciones que son insultantes, estarán en una mejor posición si tratan de maniobrar en una dirección constructiva y encuentran aliados dentro de Estados Unidos que los respalden.

En el tema de seguridad, pienso que México y Estados Unidos tiene interés en mejorarlo pero también entiendo que le dirá a Trump 'si nos insultas, si nos tratas mal, si arruinas nuestra economía, nuestra cooperación será menor', pero uno quisiera que se llevara a cabo en un tono donde México continúe diciendo que ve posibilidades, asociación, que diga 'vamos a colaborar contigo, vamos a trabajar, pero si cruzas la línea no lo haremos'.

-Todo mundo espera que las negociaciones sí se realicen ¿para usted cuál sería el mejor resultado de un TLCAN 2.0, qué le gustaría ver?

-Lo que yo quiero ver es probablemente algo en lo que el gobierno de Estados Unidos se va a enfocar, pero empezaría con temas que vimos en el TPP como comercio digital, propiedad intelectual, servicios, obviamente ahora pueden agregar el sector energético, algo de medio ambiente, temas laborales. Es natural que después de 25 años puedas modernizar el acuerdo, pero eso no es necesariamente el cambio que la administración Trump tomará, pero pienso que uno debe sugerir esas ideas y ver si hay consenso.

-¿Hay algo en el TLCAN que considera debería ser modificado, algo que debilite a la región luego de más de 20 años bajo el acuerdo y con jugadores como la Unión Europea o Asia?

-Tienes que seguir desarrollando reglas para los sectores más nuevos, me concentro más en los que se relaciones con el comercio digital, la protección de datos, propiedad intelectual y el creciente sector de servicios.

El sector manufacturero de México se ha beneficiado mucho del TLCAN, pero en Estados Unidos hoy los servicios son el 70 u 80 por ciento de la economía, entonces, lo que quieres es mantener actualizando esas capacidades. También hay temas separados del acuerdo, por ejemplo, infraestructura fronteriza, los sistemas y software para mejorar el comercio para que podamos mover productos más rápido, pero segura.


-¿Cómo calificaría el rol que cada parte del tratado han desempeñado?

-Creo que los tres se deberían beneficiar, Estados Unidos es una economía muy grande por lo que México tendrá menos efectos y en este sentido México puede ganar más del acceso a la economía estadounidense.

Pienso que en el caso de Canadá, con quien tenemos un tratado de libre comercio desde el 88, fue muy interesante ver cómo este acuerdo ayudó a que las industrias canadienses se volvieran más competitivas y eso las hizo más efectivas globalmente.

Yo sigo viendo esto desde el punto de vista global, por lo que hay algunas cosas que Estados Unidos no ha cumplido, siempre habrá disputas en temas muy largos como la madera con Canadá y eso quieres manejarlo para no perder todo el acuerdo, pero también vi que el TLCAN es parte de una gran transición en México.

Esto empezó a finales de los 80, era el final de la Guerra Fría, la crisis de la deuda en México, tenías de alguna manera el desafío del viejo sistema de estado corporativo del PRI donde todo cabía dentro de la estructura, los medios, las universidades, los sindicatos y demás y estaba la pregunta si el sistema político de México se moviera qué tipo de redes y modelos tendría atado y lo que puedes ver es el crimen organizado y pienso que fue una decisión llena de coraje que se que es de varios partidos y no ha sido fácil y que aún hay trabajo que hacer en temas como estado de derecho, crimen y corrupción, pero eso es espero en beneficio de los mexicanos y también de la gente en Estados Unidos y Canadá.

Luego de trabajar en TLCAN quise ayudar a que México formar parte de la APEC, de la OCDE y ayudé a Gurría a que fuera jefe de la OCDE y para mi eso fue algo grandioso tener un norteamerica porque siempre habían sido franceses, pero parte de eso era que si bien quería relaciones más estrechas entre México y Estados Unidos también pensé que era sano que México se viera así mismo en un contexto global, que se codeara con países en Asia, en Europa. Los siguientes tratados de libre comercio que firmó fueron algo bueno, le dieron a los mexicanos un contexto más allá del gigante del norte.

Quería que las relaciones con EU fueran buenas, pero también cuando el presidente Calderón tomó un rol importante en el cambio climático eso fue bueno. Cuando estaba en el Banco Mundial, Agustín Carstens era jefe del comité de desarrollo, él era alguien de alto rango en el FMI y ahora se se va al BIS, por ello tampoco debemos de subestimar la importancia de la convergencia macroeconómica, en el nivel de políticas fiscales y monetarias, donde México solía tener explosiones con las elecciones y ahora pienso que la gente verá en 10 años a Carstens como uno de los mejores gobernadores de bancos centrales. Estos son cambios que son parte de una transformación más grande.

Veo a Norteamérica con 500 millones de personas, tres democracias, un sector energético en desarrollo efectivo e incluso la fuerza laboral, por supuesto que necesitamos control en las fronteras , pero nuestra demografía es mejor que la que vemos en China, Europa o Japón, si educamos a la gente, por lo que también necesitamos entrenar y educar.

Yo veo esto de una forma más holística y en este sentido las acciones de Trump son una amenaza, mi esperanza es que él y su equipo se den cuenta del peligro y modifiquen su posición; asimismo,  espero que México y Canadá puedan trabajar con él para llevarlo en la dirección adecuado pero tampoco subestimo que hay riesgos.

-Por último, habría algo que le gustaría agregar a la entrevista.

-Fui invitado a venir a la conferencia mañana. Sé que están Carstens y Meade y otras personas con las que trabajo como Jaime Serra. Una razón por la que quiere venir era que me doy cuenta que es un periodo de tensión entre ambos países y me siento mal por ello, estoy comprometido a la relación mexico-estaodunidense y de algún modo estoy tratando de hacer notar a los mexicanos que tienen amigos en Estados Unidos a los que tampoco les gustan algunas de las políticas de Trump y tratarán de contraatacar. Es algo pequeño, soy sólo una persona, pero estoy muy comprometido a esto, pero me siento mal no solo por las políticas sino por las declaraciones e insultos que pienso que están fuera de límites.

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