Economía

Políticas monetarias afectan crecimiento mundial


 
Notimex
 
Madrid.- La política económica de la comunidad internacional tiene una respuesta desigual, en particular la monetaria sobre la gestión de la actual crisis, advirtió hoy diario español El País.
 
En su editorial de este domingo, el rotativo anotó que la distorsión más evidente, aunque no la única, es la alteración de los tipos de cambio de las monedas de referencia.
 
El aumento de la cantidad de dinero o su excesivo abaratamiento mediante reducciones de los tipos de interés no solo favorece la expansión de la demanda en las economías correspondientes.
 
Además, dijo, desplaza los flujos financieros hacia aquellas otras divisas con mayores remuneraciones, depreciando en ambos casos el tipo de cambio de quien practica esas políticas.
 
Aseguró que la orientación manifiestamente laxa de la política monetaria en Estados Unidos y más recientemente en Japón ha propiciado la depreciación de su moneda respecto al resto de divisas, en especial de aquellas más cautelosas en la neutralización de la recesión.
 
"Es el caso del Banco Central Europeo (BCE), tolerante con el encarecimiento del euro y, por tanto, añadiendo más dificultades a las empresas europeas para ser competitivas en un entorno global de bajo crecimiento de la demanda", sostuvo.
 
El encarecimiento del euro limita la exportación, frena el crecimiento y retrasa la recuperación.
 
Refirió que en la reunión del G-20 que acaba de clausurarse en Moscú se ha advertido sobre las consecuencias de la práctica de esas "devaluaciones competitivas", pero no se ha adoptado acuerdo vinculante alguno.
 
"Tampoco fue relevante al respecto la reunión que mantuvieron los responsables del G-7 el martes pasado", abundó.
 
Aseveró que comprometerse a no practicar devaluaciones competitivas sin un estrecho escrutinio de las eventuales asimetrías de las políticas monetarias no resuelve la cuestión.
 
Insistió en que es necesario que en la eurozona se abandonen las políticas contrarias al estímulo de la demanda pues encarecen el euro, restringen las exportaciones fuera del área y retardan la recuperación del crecimiento económico y del empleo.
 
Un tipo de cambio apreciado frente a las principales divisas es una forma adicional de restar posibilidades de abandonar la recesión europea.
 
"El BCE debería al menos manejar esta variable en sus razonamientos, aunque formalmente no se encuentre entre sus obligaciones", concluyó.


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