Junto con los estímulos que el gobierno federal dará a la investigación, desarrollo experimental e innovación, deben mantenerse el modelo de subsidios directos como el de estímulos fiscales, a fin de impactar a toda la cadena productiva, señaló la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin)
La semana pasada la Secretaría de Hacienda anunció estímulos fiscales de hasta 30 por ciento a nuevas inversiones, dirigidos a las empresas que hayan realizado investigación, desarrollo experimental e innovaciones. Estos estímulos van en el sentido correcto de avanzar para lograr el objetivo de alcanzar, de manera conjunta los sectores público y privado, inversiones equivalentes al 1 por ciento del PIB en el mediano plazo.
Sin embargo, el líder de los industriales, Manuel Herrera Vega, hizo un llamado a las autoridades a mantener tanto el modelo de subsidios directos como el de estímulos fiscales, con el objetivo de impactar a toda la cadena productiva, ya que las pequeñas y medianas empresas difícilmente podrán acceder a estos estímulos fiscales.
"Las pymes y startups son las que tienen una gran capacidad de innovación, y ellas no cuentan con la estructura fiscal para acceder a este modelo de estímulos fiscales, por lo cual consideramos que debe permanecer también el modelo de subsidios directos, para impactar a todas las empresas, independientemente de su tamaño", señaló Herrera Vega.
Las empresas deben hacer uso de los estímulos anunciados y ver en el desarrollo de innovaciones tecnológicas una de las principales oportunidades competitivas para el país, así como aprovecharlos para la industria en su inserción a la nueva economía.
"El compromiso es conjunto: tanto el sector público como el privado debemos invertir más en desarrollo e implementación de innovaciones, por ello estaremos muy atentos y propositivos para maximizar el impacto de estos programas, de tal manera que podamos mejorarlos año tras año", señaló el líder industrial en un comunicado.
La Concamin promueve la innovación y el diseño como factores indispensables para el crecimiento y la competitividad mexicana a través del modelo MIND (México Innovación y Diseño), cobijado en un centro de innovación que se ubica en Guadalajara.