Economía

Petróleo barato aniquila el sueño de millones en Groenlandia

La caída en los precios del petróleo disipó el anhelo de los habitantes de la isla por enriquecerse rápidamente con los combustibles fósiles.

Groenlandia, una isla sentada, probablemente, sobre miles de millones de dólares en petróleo, ha tenido que reconocer que su sueño de acceder a esa riqueza resulta cada vez menos probable.

Cuando el petróleo se encaminaba hacia 150 dólares el barril, los groenlandeses se prepararon para un auge en la producción después de invitar a algunos de los exploradores más grandes del mundo, incluidos Chevron y Exxon Mobil. Ahora, con el crudo Brent cayendo por debajo de los 50 dólares la semana pasada, el viceprimer ministro Andreas Uldum dice que la esperanza de Groenlandia de enriquecerse rápidamente con los combustibles fósiles era "ingenua".

"Yo mismo creía cuando fui electo por primera vez" al parlamento en 2009 "que comenzarían a llegarnos miles de millones del petróleo y los minerales al año siguiente o al otro", dijo en una entrevista en Copenhague. "Pero esa no es la realidad. No conozco a ningún político hoy en Groenlandia que no admita haber alimentado esa histeria".


El país de unos 56 mil habitantes había imaginado que su producción de petróleo y minerales convertiría en millonario a cada uno de los ciudadanos. En cambio, Groenlandia continúa dependiendo de un subsidio anual de 586 millones de dólares de Dinamarca para mantenerse a flote, una suma que es el equivalente de casi la mitad de su producto interno bruto. El discurso de romper los lazos con su ex amo colonial también se ha disipado en tanto los groenlandeses ven escasas perspectivas de alcanzar la independencia económica en lo inmediato.

"Ahora sabemos qué es realista y qué no, y no debemos esperar que fluyan ingresos ni cifras imaginarias a nuestro presupuesto provenientes de esto o de aquello", dijo Uldum. "Sencillamente, no es realista. Llevaremos adelante una política económica responsable".

ICEBERGS ITINERANTES


Hace menos de un decenio, la combinación de un planeta más caliente que derritió el hielo alrededor de Groenlandia y una economía china en auge que hizo subir los precios de los productos básicos, parecía destinada a transformar la isla más grande del mundo en El Dorado del Ártico.

Sin embargo, ninguna de las empresas que recibieron licencias pudo hacer hallazgos comerciales, ni siquiera antes de que el precio del petróleo cayera a un nivel en el cual la producción dejó de ser rentable. Y si bien el calentamiento global derritió parte del hielo, el resultado también ha sido volver más peligrosa la exploración en la medida que icebergs del tamaño de edificios de muchos pisos se separan de la isla, amenazando con hundir las embarcaciones de exploración que se crucen en su camino.

Indudablemente, este ciclo es conocido. Los exploradores se acercaron a Groenlandia después de las crisis petroleras de los años 1970, para luego abandonar el lugar durante tres decenios. En 2010, Cairn Energy retornó pero no hizo ningún hallazgo comercial después de haber gastado más de mil millones durante los años de perforación.

Los otros productos básicos de la región tampoco derivaron en riqueza. Una caída considerable en los precios del mineral de hierro y la epidemia del Ébola llevaron a London Mining a una reestructuración antes de que la empresa tuviera la posibilidad de desarrollar su proyecto de mineral de hierro por valor de dos mil millones al norte de Nuuk, la capital de Groenlandia.

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