Esteban Rojas H.
La moneda nacional tuvo un mes de ensueño en marzo. En dicho periodo acumuló una ganancia de 3.26%, la mayor desde junio de 2012. El avance llevó al peso a cerrar el primer trimestre del año en su mejor momento frente a la divisa estadunidense desde principios de septiembre de 2011.
El dólar spot finalizó en la última jornada hábil de la semana en 12.3339 unidades, su menor cotización en 19 meses, de acuerdo con cifras publicadas por el Banco de México. En el día, el peso avanzó 1.28 centavos, o bien 0.10%.
En marzo, la confianza en la moneda mexicana fue reforzada por factores de diversa índole.
En lo externo, por la incertidumbre internacional provocada por los alcances del mecanismo utilizado para rescatar a Chipre y por una mejoría en algunos indicadores económicos en Estados Unidos.
En lo interno, por los competitivos fundamentales de México, reforzados por los avances en las reformas estructurales, a lo que se suma la posibilidad de un ascenso en la calificación de la deuda soberana.
Estos factores contrarrestaron los efectos negativos sobre el peso, proveniente de la decisión del Banco de México de bajar su tasa de referencia de 4.50 a 4.0%.
El clima favorable para la moneda nacional acortó la distancia para el tipo de cambio de un soporte clave ubicado en 12.28 pesos por dólar. En tanto que la próxima resistencia se encuentra en 12.48 unidades.
La fortaleza del peso se acompañó con la publicación de cifras débiles en el sector externo de nuestro país, lo que, entre otros factores, tiende a prender los focos amarillos en cuanto a dicho comportamiento.
El saldo de la balanza comercial de México pasó de un déficit de 2,866.4 millones de dólares en enero, a un superávit de 46.1 millones en febrero del presente año. Ello es bueno y muy manejable, pero como dice el dicho: "El Diablo está en los detalles".
Durante febrero, las exportaciones de nuestro país cayeron 2.9%, su peor desempeño desde octubre de 2009, sobresaliendo sobre todo la debilidad de las ventas provenientes del sector manufacturero no automotor.
El comportamiento de las exportaciones manufactureras puede ser un indicio de que la fortaleza del peso les está restando competitividad, a lo que se agrega un lento desempeño económico del principal socio comercial de nuestro país.
Economía