Las pensiones que los trabajadores de la generación Afore obtendrán al momento de su retiro serán equivalentes a una cuarta parte de los ingresos que percibían mientras se encontraban en activo, según el estudio 'El Sistema de Pensiones en México', elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con los cálculos del organismo, con la contribución actual del 6.5 por ciento, en el mejor de los casos, para un asalariado medio, podría dar lugar a una tasa de reemplazo de sólo 26 por ciento.
José Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE, indicó que para que un trabajador con una cuenta de ahorro para el retiro obtenga una pensión de por lo menos 50 por ciento de su último salario, es necesario que la contribución obligatoria que se realiza pase de 6.5 por ciento a 13 o 18 por ciento.
Pero si se quiere un monto de retiro más alto, como del 100 por ciento del último salario, sería necesaria una aportación equivalente al 36 por ciento del salario.
La propuesta de la OCDE es mejorar el nivel de contribución, pero hacerlo de forma gradual, ligándola a los aumentos salariales para que los trabajadores no resientan el incremento. También recomienda el establecimiento de diálogos con los empleadores.
Por ejemplo, si el salario de una persona aumenta 5 puntos porcentuales, sus contribuciones podrían subir en dos o tres puntos; con esto se tiene que el trabajador incrementa sus aportaciones y su ingreso no se ve afectado.
La contribución obligatoria de los trabajadores del sector privado en México es la más baja de la OCDE. Le sigue Corea, que tiene una tasa de 8 por ciento, mientras que en algunos países de América Latina, como Chile, Bolivia y Perú la cifra es de 10 por ciento.
En el extremo opuesto, con los mayores niveles, se encuentran Hungría, con 34 por ciento; Italia, con 33 por ciento, y España, con 28.3 por ciento.
Gurría enfatizó que es necesario facilitar los engranes para que el sistema de pensiones de contribución definida funcione mejor.