Economía

Pemex necesita reestructura para evitar 'downgrade' de calificadoras: CLAAF

Una reducción de la calificación de la deuda soberana del país debido a los problemas de Pemex restringiría las perspectivas de crecimiento de México, advirtió Lilina Rojas-Suárez, presidenta del comité.

Para evitar un recorte de la calificación soberana del país y que el desempeño económico se vea afectado por la incertidumbre, la prioridad del Gobierno mexicano debe ser la pronta solución de los graves problemas financieros de Petróleos Mexicanos (Pemex), aseguró este lunes el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF).

Si el asunto de la petrolera no se aborda a tiempo es muy probable que se dé una reducción de la calificación de la deuda soberana de México que, combinado con los eventos externos, podría restringir aún más las perspectivas de crecimiento y desempeño económico del país, dijo Liliana Rojas-Suárez, presidenta del CLAAF y directora de la Iniciativa Latinoamericana del Centro para el Desarrollo Global.

"Pemex es el más importante problema fiscal que enfrenta la administración. La falta de inversiones en exploración y extracción han llevado a una reducción sostenida de la producción de petróleo, mientras la compañía ha hecho emisiones considerables de deuda pública en los mercados internacionales", indicó.

De acuerdo con la presidenta del CLAAF, Pemex requiere de una reestructuración corporativa, la cual debe ser complementada con una serie de medidas adicionales, entre las que se incluye atraer nuevas fuentes de financiación privada para inversiones en exploración y extracción.

Agregó que un plan integral de reestructuración corporativa también puede ayudar a evitar una crisis de deuda de Pemex, pues consideró que ctualmente la petrolera va camino de una debacle que puede dar lugar a una reestructuración de la deuda.

Sobre la renuncia de Carlos Urzúa como secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el pasado 9 de julio, Rojas-Suárez señaló que la situación es "sumamente preocupante", ya que la actual estrategia fiscal está disminuyendo la calidad general del gasto público, incrementando la arbitrariedad en las decisiones de gastos y agravando la disminución de la actividad económica.

"Recomendamos una solución rápida a estos problema para evitar un deterioro en la percepción de riesgo de los inversionistas y una reducción eventual en la calificación de riesgo de los bonos soberanos de México. La renuncia de Urzúa ahora puede retrasar aún más estas reformas necesarias", dijo.

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