Las gasolineras de Petróleos Mexicanos (Pemex) han llegado al siglo XXI: van a convertir las tiendas de conveniencia en parte clave del negocio de venta de combustible.
Las tiendas Oxxo, de color rojo y amarillo, han estado presentes en las colonias de todo México durante años, al igual que las gasolineras de Pemex, pero nunca estuvieron en el mismo lugar.
Esto va a cambiar ahora que el gigante petrolero, que ha sido el único proveedor de gasolina en el país durante décadas, se ha asociado con la mayor cadena de tiendas de conveniencia de América Latina a fin de revitalizar su franquicia de gasolineras para poder competir con los nuevos participantes del mercado Royal Dutch Shell, BP y Exxon Mobil.
El acuerdo con la división Oxxo de Fomento Económico Mexicano es el último paso en la transformación para una apertura de la industria petrolera mexicana a la competencia.
Shell y BP ya han abierto gasolineras en el país este año y Exxon también tiene grandes planes para distribuir combustible en el país.
El titular de Pemex, José Antonio González Anaya, dijo el miércoles que la empresa es la marca más fuerte y el nombre más reconocido en México y que ese seguirá siendo el caso en la nueva era de un mercado abierto.
Economía