Los emprendedores o empresarios que encuentren la regulación más absurda en el país, la cual limite la creación o el desarrollo de un negocio, recibirán 100 mil pesos de parte de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
La idea es identificar todas aquellas normativas que son una barrera a la competencia, que entorpecen e inhiben a los empresarios; saber dónde está para canalizarlas a las entidades federativas o dependencias a las que corresponden y recomendar las reformas correspondientes, afirmó Alejandra Palacios Prieto, comisionada presidente de la Cofece.
Para esto, esa dependencia en conjunto con la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), y el Instituto Nacional del Emprendedor lanzaron el Premio para identificar el obstáculo regulatorio más absurdo para competir y emprender, en el que el primer lugar recibirá un premio 100 mil pesos y el segundo 50 mil pesos.
"El compromiso nuestro es apoyar a que esos obstáculos absurdos se modifiquen y además el cúmulo de información que recibamos nos va a señalar a nosotros, autoridades, por dónde tenemos que trabajar para fomentar la actividad económica y el emprendedurismo", enfatizó Palacios.
Actualmente existen 150 mil regulaciones vigentes, entre las cuales se encuentran disposiciones que afectan el funcionamiento eficiente de las empresas, porque incluyen barreras que distorsionan la libre competencia, señaló Mario Emilio Caballero, director general de Cofemer.
"En la Cofemer nos comprometemos a revisar escrupulosamente todas aquellas regulaciones que se presenten y a trabajar en aquellas que tengan mayores obstáculos a fin de proponer a las autoridades encargadas de su aplicación reformas para mejorar la calidad de las regulaciones y que dejen de obstaculizar la competencia económica", sostuvo.
Durante el anuncio del premio, Alejandra Palacios puso como ejemplo una regulación que detectaron en Sinaloa y que encarece el costo de transporte de carga de los agricultores y constructores.
"La ley de transporte y su respectivo reglamento impiden a agricultores y constructores de Sinaloa proveerse a ellos mismos del servicio de transporte para mover sus productos y esto los obliga a pagar sobrecostos de alrededor de 40 por ciento del traslado por mover su carga. Por esto los empresarios prefieren contratar un cliente federal y recorrer 300 kilómetros para llegar al puerto de Guaymas, en Sonora a recorrer 20 kilómetros para llegar al puerto de Topolobampo, Sinaloa, y con ello se evitan contratar a los servidores locales de transporte de carga, que cobran mayores precios", explicó.