Economía

Pacto fiscal, sólo con decretos o con aprobación del Congreso

Analistas comentan que para poder llevar a cabo un pacto fiscal se tiene que partir de una base sólida y positiva, no de una de incertidumbre como la que es la ley fiscal actual, que afecta el crecimiento, la inversión y generación de empleos.

CIUDAD DE MÉXICO.- Para alcanzar el Acuerdo de Estabilidad Tributaria con el que se pretende dar certeza sobre la permanencia de las actuales reglas fiscales por los próximos tres años, el Ejecutivo Federal tendría que hacer modificaciones mediante Decretos o Reglas Generales, porque la ley no se puede cambiar.

"La ley no se pacta; se hace en el Congreso" dijo a EL FINANCIERO el abogado fiscalista Herbert Bettinger, socio director de Bettinger Asesores; en tanto que Ignacio Sosa, socio de Impuestos Corporativos de la firma de consultoría KPMG México subrayó que existe un Estado de derecho que se debe respetar.

"El diseño de las leyes fiscales debe pasar por el Congreso. El Pacto Fiscal es una solución muy buena, pero mal haríamos si una reforma fiscal profunda se hiciera a través de un pacto donde a lo mejor el Congreso no participa bajo los elementos constitucionales diseñados para ello.

"Creo que tenemos que respetar un poquito las instituciones con las que contamos", agregó Sosa López, en tanto que Bettinger Barrios subrayó que en el periodo legislativo que inicia no existe ningún documento para estudiar los efectos fiscales de la legislación vigente desde el 1 de enero, por lo que habría que estarlo preparando para presentarlo en septiembre.

BASES PARA PACTO

Dijo que para poder llevar a cabo un pacto fiscal se tiene que partir de una base sólida y positiva, "no de una de incertidumbre como la que es la ley fiscal actual, que afecta el crecimiento, la inversión, la generación de empleos y el ingreso de las personas físicas".

Manifestó que no es muy provechoso sentarse a negociar un acuerdo sobre esas bases, y que para poder llegar a un acuerdo se necesitan algunos elementos: "Ser incluyente, para tener la posibilidad de que la informalidad se incorpore a la formalidad, mucho más allá del nuevo Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), a través del impuesto indirecto que es el IVA, no el IEPS, y que es la única forma de hacerlo incluyente.

"Ser participativa; es decir, que en ella participen todos los sectores, y también debe permitir el ahorro, la inversión y el crecimiento del empleo. Esta sí sería una ley fiscal positiva y entonces sí sería posible llevar a cabo un pacto, no sobre la actual, respecto de la cual, había filas en todos los juzgados de distrito del país para presentar amparos en su contra. Si fuera una buena ley, para qué presentar amparos", enfatizó.

A su vez, Ignacio Sosa consideró que el Pacto va a tener que ir más a tratar de dar compromisos claros de estabilidad y sí algunos cambios , "pero por el canal correcto, que es vamos a revisar el IVA, el impuesto de los alimentos calóricos, y el tema de los mineros.

"Sobre esas bases tendría que ser el compromiso del Pacto para que se vea cierta certidumbre y solución, a lo mejor, de lo que podemos mejorar de la reforma fiscal".

ESTADO DE DERECHO

Dijo que el Acuerdo suena más a algunas reglas claras, quizás del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a un Decreto Presidencial, "por elevarlo demasiado, pero entonces no estaríamos cumpliendo la parte institucional o de proceso legislativo en el que todos tenemos que participar.

"Aunque pudiéramos encontrar ventajas o soluciones a algunos problemas derivados de la Reforma Fiscal, estaríamos atentando contra lo que siempre criticamos: que no hay estado de derecho".

Bettinger Barrios consideró que el perjuicio por la nueva legislación fiscal es irreversible. "Las inversiones que se lograron convencer se detuvieron cuando escucharon el tema del pacto. Hay un desconcierto porque nadie sabe sobre qué se va a pactar y han preferido no hacer nada hasta saber qué va a pasar".

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