Los agricultores estadounidenses primero tuvieron demasiadas lluvias. Ahora, éstas no bastan.
Semanas después de que una inundación castigó los campos del medio oeste, una sequía y una ola de calor extremo están afectando los cultivos de maíz y trigo en los estados del norte, lo que provocó un aumento de los precios.
Los futuros de maíz para julio subieron a un máximo de tres meses en la Junta de Comercio de Chicago, y el volumen de operaciones alcanzó un récord el miércoles de la semana pasada.
Los precios del trigo de invierno también han subido, y los futuros de trigo de primavera, negociados en Minneapolis, aumentaron al precio más alto en 23 meses.
Las estimaciones en Estados Unidos muestran que la cosecha tiene su peor comienzo del año desde 2002.