CIUDAD DE MÉXICO.- Oceanografía propuso a sus acreedores fijar plazos de entre dos y ocho años para finiquitar las deudas que no se conviertan en acciones de la compañía, pero esto se puede retrasar tres años más, para llegar a 11, pues se puso un "candado" para que ningún débito se pague hasta que los nuevos dueños capitalicen a la empresa con 76 millones de dólares, de acuerdo con el convenio de reestructuración presentado por la naviera, del cual El Financiero posee una copia.
"Esas palabras 'completamente pagado' pueden demorar tres años todo el plan, pues quién dice que en los primeros días los nuevos inversionistas meten 75 millones de dólares, y tardan todo el plazo para aportar el millón que resta. Parece una trampa", comentó uno de los acreedores involucrados que pidió no ser identificado.
El convenio de reestructuración propuesto por Oceanografía, cuyo plazo para ser ratificado por los acreedores concluye el 14 de mayo, incluye el intercambio de acciones de la empresa por deuda, acceso al efectivo que se obtenga por el arrendamiento de las embarcaciones, y la reestructuración de algunos préstamos a débitos de largo plazo que se pagarían en periodos de entre dos y hasta 11 años.
Según el documento, sólo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se le deberá pagar en un máximo de 24 meses; mientras que los acreedores de montos menores cobrarán en un máximo de 48 meses, según el artículo quinto del convenio presentado por Oceanografía.
Los acreedores con garantía real hipotecaria o prendaría, junto a los acreedores comunes, los cuales convertirán parte de su deuda en acciones, tardarán en cobrar hasta ocho años el resto de la deuda.
Pero la sección 6.03 del convenio prevé un máximo de tres años para que se conforme el llamado Fideicomiso de Emergencia, que en esencia servirá para mantener la "viabilidad" de financiamiento para pagar los gastos de operación, la flota y otros costos operativos, una vez que resurja la empresa.
Las secciones del artículo quinto dejan ver que la deuda comenzará a finiquitarse una vez que quede "completamente pagado" este fideicomiso, por lo que todo puede aplazarse al menos tres años, para entonces comenzar los periodos que prevé el convenio para pagar a cada tipo de acreedor. La compañía logró que más del 60 por ciento de sus acreedores firmen el convenio.
Si el juzgado tercero en material civil del Distrito Federal aprueba el documento, Oceanografía puede volver a operar en un plazo de hasta 60 días.
Oceanografía espera que su actual flota pueda competir en término de valor de renta en un mercado deprimido por la caída de los precios del petróleo, pues su proyección de negocios contempla rentar sus barcos hasta 50 por ciento por debajo de las cuotas de mercado, aseguró a El Financiero una fuente con conocimiento del tema.
La firma naviera aún tiene pendiente aclarar la legalidad de algunos adeudos con bancos que no entraron dentro de los acreedores reconocidos, por lo que propuso apartar una porción de las nuevas acciones que emitirá para enfrentar reclamos futuros.
En este supuesto se encuentran Banamex –cuyo reclamo de fraude detonó el caso contra Oceanografía hace poco más de un año-, Monex, Autofin, Invex y Deutsche Bank. Oceanografía está en concurso mercantil desde 2014, luego de ser intervenida por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes.
Los contratos vigentes de la compañía con Pemex cayeron de 39 en febrero del año pasado a apenas tres en abril de este año, luego de que se rescindieran 27 contratos, y de que nueve terminaran su vigencia, afirmaron directivos de la petrolera nacional ante una comisión del Senado el pasado 28 de abril.
Aunque en la actualidad el director de Oceanografía, Amado Yáñez, está preso, sus procesos judiciales no han sido difundidos, por lo que se desconoce su estatus.