Economía

OCDE sugiere programas financieros para toda la familia

El conocimiento sobre sistemas económicos por parte de padres, profesores y niños contribuye a la estabilidad del sistema financiero, a la creación de nuevas oportunidades de negocio y a la mejora continua del sector financiero.

La inclusión de programas de educación financiera en los planes de estudio no es suficiente para mejorar las habilidades de los niños en el futuro en cuanto a conocimientos para hacer un mejor uso de los productos y servicios financieros, se requiere también que los padres se informen, indicó Flore Anne Messy, jefa de la división de Asuntos Financieros de la OCDE.

Señaló que aun cuando los resultados de la prueba Pisa 2012 a 2015 han revelado cambios en los países en que se ha incluido el tema, se han detectado problemas, ya que los profesores no están capacitados y no existen productos financieros que permiten poner en práctica los conocimientos adquiridos.

En este año, se realizará nuevamente una nueva prueba y en la cual a la fecha nuestro país no se ha inscrito, e incluso se analiza hacer otra prueba para medir los conocimientos en educación financiera de los padres.

José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo de BBVA, indicó que "un mayor nivel educativo de la población contribuye a la estabilidad del sistema financiero en su conjunto, a la creación de nuevas oportunidades de negocio y a la mejora continua del sector financiero y de la economía en general".

El funcionario, quien es el presidente del consejo asesor del Centro para la Educación y las Capacidades Financieras explicó que hay motivos importantes para que se avance en la educación sobre finanzas, y uno de ellos son los cambios sociales, económicos y demográficos de los últimos años, que han causado que los ciudadanos deseen tomar decisiones racionales e informadas en todo lo que concierne al ámbito financiero.

IMPULSAN EL CAMBIO

Entre los factores determinantes de estos cambios, ha destacado el aumento del ingreso per cápita, que viene acompañado de un mayor volumen de ahorro; el nivel de endeudamiento creciente durante las últimas décadas, y el aumento de la esperanza de vida, que obliga a los individuos a pensar en su futuro a 20 o 30 años, indicó González Páramo.

Mencionó que también es necesaria la educación, ante la creciente complejidad de los productos financieros, motivada por los nuevos canales de distribución y el desarrollo de nuevos productos y la digitalización de la banca, que facilita el acceso de la población a los servicios, pero también añade una nueva capa de complejidad para los nuevos usuarios sin experiencia con herramientas digitales.

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