Los altos niveles de informalidad de las empresas y la autoexclusión de muchas de ellas son algunas barreras que enfrentan las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) para acceder al crédito bancario. No obstante, son una gran área de oportunidad para el sector financiero.
En entrevista con El Financiero, Enrique Díaz Infante, director del programa de Sector Financiero y Seguridad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), dijo que si bien la escasez de crédito a este sector es principalmente por problemas del lado de la demanda, como son los altos niveles de informalidad, se observa que del lado de la oferta también hay impedimentos.
Explicó que los bancos evalúan el riesgo de las empresas con base en información dura generada a partir de la contabilidad y de su historial crediticio. Esto impide a la gran mayoría de las pequeñas firmas calificar para obtener crédito, por la que recurren a la tarjeta de crédito del dueño, a otros intermediarios o al mercado informal.
Los bancos comerciales dependen en gran medida de las garantías de la banca de desarrollo, especialmente Nafin, para dar crédito a las Mipymes, lo cual da espacio a que otros intermediarios no bancarios como Sofomes, cajas de ahorro y Sofipos participen.
"Dada su especialización, cercanía y ventajas regulatorias, los intermediarios financieros no bancarios pueden asumir de mejor forma el riesgo con las Mipymes y llegar a zonas de difícil acceso para la banca. Sin embargo, la prohibición de captar que tienen algunos de estos intermediarios y la regulación en materia de lavado de dinero les afecta también en su tarea de inclusión financiera", destacó el analista.
En cuanto a la reforma financiera, aseguró que hay señales de que está ayudando a incrementar el crédito al sector privado, pero "lamentablemente" se lo están otorgando a los mismos, es decir se está sobre endeudando a empresas que ya cuentan con crédito y no hay gran flujo hacia las Mipymes.
A pesar de estas dificultades, el especialista consideró que las perspectivas para el sector de las Mipymes es muy positiva dado que se espera un incremento en el desempeño del crédito.
Destacó que en comparación con otros países de Latinoamérica, el financiamiento a este sector todavía es muy bajo y esto podría ser aprovechado por los intermediarios financieros.