MONTERREY.- Nuevo León y México tienen potencial para convertirse en otro Eagle Ford Shale, pero el desarrollo del sector energético dependerá de las leyes reglamentarias que se aprueben en esta materia, advirtieron especialistas de la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA).
Al participar en el panel "Impacto del Sector Energético en el sur de Texas", organizado por la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León, Thomas Tunstall, experto del Instituto para el Desarrollo Económico de la UTSA, dijo que con la aprobación de la reforma energética se abren muchas oportunidades para México.
Pero también señaló que entre las dificultades que ve para el desarrollo de este sector se encuentra la falta de infraestructura, problemas de seguridad, necesidad de una fuerza laboral competitiva y las reglas para la entrada de empresas extranjeras a la exploración y explotación de gas shale e hidrocarburos.
"Una de las principales dificultades será cómo se van a repartir las utilidades con Pemex en la exploración y explotación de gas y petróleo", indicó.
A su vez, Robert McKinley, vice rector del Instituto de la UTSA, recomendó a los empresarios regiomontanos que en la formación del Clúster Energético que se va a formar en Nuevo León estén representados todos los sectores de la entidad, como lo hicieron en San Antonio, Texas, con el Consorcio de Eagle Ford Shale que se creó con motivo del desarrollo de esta industria.
Mencionó que este consorcio atiende a 36 mil pequeñas y medianas empresas de la región anualmente y coloca cerca de 350 millones de dólares para su desarrollo, con ventas estimadas en 1 mil 26 millones de dólares.
Tunstall comentó que el Consorcio de Eagle Ford Shale agrupa a 24 condados de Texas, cercanos a la región de San Antonio, donde se invirtieron 28 mil millones de dólares en el 2013, cerca de 9 mil millones de dólares más que en el 2012.
Mencionó que el desarrollo de esta zona de pozos de hidrocarburos ha beneficiado a las empresas de tubería, transportistas, del plástico, hospitales, servicios, hotelería y escuelas de Texas.
Agregó que la derrama económica de estas inversiones fue de 61 mil millones de dólares en el 2012 y se espera que en el 2022 ascienda a cerca de 89 mil millones de dólares.
Eduardo Garza T. Junco, vicepresidente de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León, dijo que el estado tiene potencial para crecer como lo hizo esta zona de Texas y agregó que las micro, pequeñas y medianas empresas también se van a beneficiar con esta reforma energética.