Economía

Merrill Lynch ve poco probable que el Congreso de EU grave importaciones

El “impuesto de ajuste fronterizo”, que no es el mismo que propone Donald Trump, busca prohibir que las empresas de Estados Unidos deduzcan el costo de los bienes importados.

NUEVA YORK.- El banco de inversión Merrill Lynch considera que es poco probable que el Congreso de Estados Unidos apruebe la propuesta republicana de gravar las importaciones, y que de implementarse, afectaría fuertemente al sector exportador mexicano.

En un análisis difundido este martes, el banco de inversión con sede en Nueva York asentó que el llamado "impuesto de ajuste fronterizo" propuesto por el líder republicano en la Cámara de Representantes, Paul Ryan, tiene "pocas probabilidades de pasar" en su forma actual.

El llamado BAT, por sus siglas en inglés, propone prohibir que las empresas de Estados Unidos deduzcan el costo de los bienes importados, lo que no incluye gravar las exportaciones de firmas estadunidenses.


"Sería particularmente negativo para los exportadores mexicanos fuera de Estados Unidos", señaló Merrill Lynch. El banco de inversión mencionó entre los eventuales afectados a las compañías mexicanas Nemak, Rassini, Industrial Fibras y Vesta, entre otras.

No obstante, los analistas de Merrill Lynch para el sector del comercio minorista, Denise Chai y Lorraine Hutchinson, concuerdan que un BAT no será aprobado debido al efecto negativo que causaría en las empresas de este sector de la economía.

Este impuesto es diferente a la tarifa que el presidente electo Donald Trump ha prometido implementar para las empresas estadunidenses que importen productos para comercializarlos en Estados Unidos, de 35 por ciento.

La tarifa propuesta por Trump, sin embargo, tendría un efecto similar al BAT para el sector empresarial de Estados Unidos que depende de las importaciones, así como para la dinámica comercial internacional.

Los analistas indicaron que el BAT, en específico, afectaría fuertemente las ganancias de los minoristas en Estados Unidos, que podrían registrar una caída en sus utilidades por acción de 55 por ciento.

Asimismo, consideraron que Estados Unidos no tiene la capacidad o infraestructura para acomodar un cambio significativo en las fuentes de abasto de sus productos, del extranjero al mercado doméstico.

Precisaron además que muchos de las materias primas usadas en la industria del vestido y otros productos vendidos por minoristas tienen ya precios globales en dólares, por lo que el aumento previsto en la divisa estadunidense no beneficiaría a este sector de Estados Unidos.

El otro posible efecto negativo del BAT es que podría iniciar disputas comerciales con México y China, por ejemplo, que podrían iniciar litigios contra Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio (OMC) a fin de buscar compensaciones contra productos estadunidenses.

Estos países podrían argumentar que el BAT es un gravamen indirecto de parte de Estados Unidos a todas las importaciones, lo que violaría las reglas de la OMC, de acuerdo con Merrill Lynch.

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