En la última década, el número de mexicanos que no tiene acceso a seis derechos fundamentales (educación, vivienda, salud, seguridad social, alimentación y servicios) pasó de un millón a sólo la mitad, dijo el titular de la Secretaría de Desarrollo Social.
"Esto nos acredita que estamos en la dirección correcta en la agenda contra la pobreza en México", señaló José Antonio Meade.
"Hay medio millón de mexicanos que no puede ejercer ninguno de estos seis derechos fundamentales y de este grupo, sólo 10 por cada 100 mexicanos genera ingresos por arriba de la línea de bienestar. En cambio, de los 33 millones de mexicanos que pueden ejercer plenamente sus derechos; que tienen una vivienda digna, alimentación, acceso a la salud y seguridad social y que terminaron la escuela, un 65 por ciento logra generar ingresos por arriba de la línea de bienestar", dijo el funcionario.
Durante su presentación "Política Social para el Desarrollo Económico del País", señaló que las cifras confirman que las acciones gubernamentales están en la dirección correcta.
"En 2004, cuando se mide la pobreza multidimensional por primera vez, había un millón de mexicanos que no podían ejercer estos seis derechos fundamentales y 10 años después, el número se redujo a la mitad".
En el marco de la Reunión Anual de Industriales, organizada por la Confederación de Cámaras Industriales de la República Mexicana (CONCAMIN), explicó que el objetivo es mover a la población hacia una mayor generación de ingresos que deriva en bienestar social, en prosperidad.
Entrevistado al término de su presentación, el titular de la SEDESOL, explicó que la meta de largo plazo es que no haya ningún mexicano sin el acceso a los seis derechos fundamentales.
"Pero se tiene un estrategia focalizada en la Cruzada contra el Hambre que busca concentrarse entre los mexicanos que tienen tres o más carencias y obviamente, entre los que tienen seis, somos más cuidadosos para aliviar esa condición", dijo.
Explicó que los números acreditan que un mayor ejercicio de los derechos permite una mejor generación de ingresos y esto permite también una mayor capacidad de aprovechar derechos, esto se va complementando. La prosperidad ayuda a generar inclusión.
Reiteró que la meta al 2030 es erradicar la pobreza extrema, "De aquí al final del sexenio, es trabajar para reducir las carencias de los 7.1 millones de mexicanos que tienen 3 o más carencias, de las cuales una es la alimentaria, por lo que deberíamos tocar a ese medio millón de mexicanos completamente".
Expuso que la agenda contra la pobreza se basa en tres pilares fundamentales: educación, salud y un piso mínimo de ingresos. Destacó el programa emblema de México, el "Prospera", que "busca romper la pobreza intergeneracional", apuntó.