Con los reflectores puestos sobre el Reino Unido y su salida de la Unión Europea, en silencio la banca italiana se ha convertido en uno de los focos rojos para la estabilidad del sistema financiero europeo con pocas probabilidades de efectos sistémicos para el resto del mundo, salvo la volatilidad en los mercados financieros que genera el descalabro de las acciones de los grupos financieros.
En pláticas con la Comisión Europea para diseñar un plan para recapitalizar a los prestamistas italianos con dinero público limitando las pérdidas de los inversionistas bancarios, el 29 de julio se revelarán las pruebas de resistencia aplicadas a los bancos y según Jay H. Bryson, economista global de Wells Fargo Securities, al publicarse podrían dar lugar a una renovada volatilidad en los mercados financieros italianos, así como en los de otros países también.
"La necesidad de recapitalización de los bancos en Italia no debe encender una crisis bancaria global porque la mayoría de los sistemas bancarios de otros países no tienen una cantidad excesiva de la exposición a la economía italiana", dijo.
Consideró que una crisis bancaria en Italia podría poner en la mira a los sistemas bancarios de otros países de la zona euro.
Economía