Economía

"Lo más difícil aquí es conservar tu nombre... lo es todo”

Eli Izhakoff, presidente vitalicio de la Federación Mundial de Bolsas de Diamantes, señala que el mercado de diamantes en América Latina prácticamente es virgen, con amplias posibilidades de crecimiento.

CIUDAD DE MÉXICO.- Con motivo del lanzamiento de la primera Bolsa de intercambio de diamantes en América Latina, el Panama Diamond Exchange (PDE), Eli Izhakoff, presidente vitalicio de la Federación Mundial de Bolsas de Diamantes y del Circuito Mundial del Diamante (WFDB, por sus siglas en inglés), platicó en exclusiva con EL FINANCIERO sobre esta industria de la que poco se conoce a nivel mundial.

___¿Cuál es el porcentaje de crecimiento que se espera para el mercado de diamantes?
___Los chinos están aprendiendo, la clase media ya puede aspirar a ellos aunque el crecimiento no es mucho pero si es crecimiento. Luego está la India e incluso Rusia, el mercado japonés se está recuperando, entonces un poquito allá y otro poco acá y conseguimos un 3 o 4 por ciento anual.

___¿Cómo funciona una Bolsa de Valores de Diamantes?
___Una Bolsa de diamantes lo que te da es un ambiente seguro para vender y comprar, hay compradores y vendedores. Este intercambio no está hecho en una casa o en un café, hay reglas y normas que aplican. Puedes ir con un montón de diamantes contigo, y puedes confiar en todos ahí porque no entra cualquier persona de la calle, de tal forma que tiene que ser miembro o algún miembro de la Bolsa tiene que hacerse responsable de ti y firmar que puedes entrar. Además tienen que inscribirse al arbitraje del juzgado interno de la Corte. Si hay una disputa no vamos al juzgado civil, ahí mismo se resuelve y eso es final.

___¿Cuáles son algunas reglas de las Bolsas de Diamantes?, ¿Cambian entre los países?
___Las reglas son muy estrictas. Algunos tienen códigos de vestimenta: tienes que usar saco y corbata, no puedes decir groserías, tienes que respetar y lo más importante es que una palabra es una palabra. Se dan la mano y eso es, es como firmar un contrato con 20 abogados.

___¿Qué es lo más difícil en esta industria?
___Lo más difícil aquí es conservar tu nombre siempre porque tu nombre lo es todo. Puedes tener un buen nombre por 20 o 30 años, haces una cosa mal y estás fuera. Se corre la voz entre todos: 'escuchaste esto, que tal compañía hizo tal', se publican las fotos y el boletín se va a las 28 casas de Bolsa de diamantes, se publica la foto y lo que hizo mal y ya no puedes hacer negocios.

___¿El que se haya implementado la primera Bolsa de Diamantes en América Latina es una respuesta al lento crecimiento en otras partes del mundo?
___No. El fenómeno de Latinoamérica es sólo que no había nadie que lo iba a hacer. Es como cualquier otra innovación, que luego la gente pregunta cómo no lo hicimos antes.

Es algo que se tenía que haber hecho 20 años antes, ahora que está pasando ninguno de los presidentes (de las asociaciones y Bolsas de valores de diamantes) que invité dudó en venir porque están muy emocionados en venir a este mundo que para la industria del diamante es prácticamente virgen.

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