El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, habría emitido un borrador del Statement of Administrative Action (SSA), que abre la posibilidad de que la administración del presidente Donald Trump envíe el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) a la Cámara de Representantes en un periodo de 30 días, según mencionó este jueves la CNBC.
"Este paso en donde la oficina del embajador Lighthizer manda lo que se llama la ley del SAA, que es de facto la propuesta de leyes que se tendrán que cambiar para ratificar el tratado, le quita la llave a la administración del presidente Trump y le da la llave al Congreso, en específico a Nancy Pelosi, en la Cámara baja", dijo Moisés Kalach, director del Consejo Consultivo de Negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en una llamada con medios de comunicación.
Esto se da casi de forma paralela a la presentación de los documentos necesarios para iniciar la ratificación del T-MEC en el Senado mexicano, y un día después de que también Canadá arrancara de manera formal su proceso para darle luz verde al acuerdo en su parlamento.
"El banderazo de salida es claro, la parte administrativa de los tres países cede su proceso y le toca ahora al legislativo, después de que lo firmaron los dos presidentes y el primer ministro, y precisamente en este momento vemos el comienzo de un empuje para que esto se vaya a ratificar", apunta Kalach.
En el caso estadounidense, una vez que el tratado llegue a la Cámara de Representantes, en donde se ven mayores problemas en el proceso para ratificar, los legisladores tienen 60 días para estudiar y emitir un voto si es que la presidenta de dicha cámara, Nancy Pelosi, lo pasa a votación.
Después de eso, el acuerdo se envía al Senado del país vecino en donde se realizaría el mismo proceso, pero en un periodo de 30 días.
Los tiempos políticos abren la puerta para que la Cámara de Representantes pueda tomar una decisión con respecto al T-MEC antes del receso que tendrán a finales de julio y en el mes de agosto, lo cual es considerado como positivo ya que, una vez que regresen en septiembre, el entorno electoral podría contaminar el pase del tratado.
Para Kalach, los calendarios y los panoramas que se tienen actualmente envían la señal de que la votación en la Cámara de Representantes se podría dar en el verano. No obstante, aún hay interrogantes de por medio.
"La pregunta sigue siendo: ¿esto está presionando a que la líder Pelosi tome una acción para no tener el costo político? Porque hoy todos saben de facto que el inicio del proceso está en las manos de ella, por ende, si esto no la pasan a un voto, quiere decir que lo está deteniendo porque los demócratas no tienen la cobertura para poderlo hacerlo o bien, es un acción concertada. Si es un acción concertada vamos a ver avanzar este proceso a una velocidad muy grande", dijo el empresario.
Por otro lado, consideró que en México y en Canadá es factible que el acuerdo se ratifique en su debido tiempo y después de un análisis exhaustivo por parte de los grupos parlamentarios correspondientes.