Los cambios aprobados en la reforma hacendaria eliminan incentivos al ahorro interno y pueden afectar su desempeño en los próximos años y convertir a México cada vez más dependiente del ahorro externo.
Guillermo Zamarripa, director de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), explicó a El Financiero que los cambios aprobados en la reforma fiscal incrementan las vulnerabilidades del ahorro que se canaliza a través del sector financiero, pues si se quiere aumentar el financiamiento del gobierno y del sector privado, se tendrá que recurrir al ahorro externo, por lo que esta reforma puede mermar todo el proceso de ahorro e inversión que se ha logrado en los últimos años.
En el documento "La Reforma Hacendaria y el Ahorro en México" realizado por Jorge Sánchez y Guillermo Zamarripa, se indica que el aumento del ahorro interno y el desarrollo financiero son condiciones muy importantes para la estabilidad y el crecimiento económico.
Sin embargo, en la reforma hacendaria se definen condiciones impositivas que eliminan los incentivos para ahorrar, por lo que consideran, se debe examinar diferentes alternativas de política y desarrollo institucionales para elevar los niveles de ahorro interno público y privado en México.
El principal efecto de la reforma, explicaron, se dará en el ahorro de empresas y familias, lo que tendrá consecuencias en el sector financiero, con un impacto negativo en el ahorro afectando la disponibilidad de fondos prestables.
Si bien la reforma hacendaria le permitirá al gobierno aumentar los ingresos y gastar más a corto plazo, mayores impuestos al ingreso pueden cambiar las decisiones de consumo y ahorro de las personas.
"En el sector financiero el tema fiscal le pegará al ahorro, porque hay puntos que incidirán en el ahorro interno, como es el ahorro voluntario de las Afores y en personas físicas el disminuir el límite a las deducciones puede limitar el ahorro", indicó Zamarripa Escamilla.
En el caso de los topes a las deducciones de personas físicas, esto tendrá un impacto negativo en la intermediación financiera, ya que puede suceder que algunos dejen de contratar seguros para poder deducir los intereses reales de créditos hipotecarios, y otros ya no utilizarán los incentivos para ahorrar más en las cuentas complementarias o los planes personales de retiro, y algunos optarán por no tomar un crédito hipotecario causando una menor demanda por vivienda.
Indicó que el mayor problema en la reforma fiscal para las personas físicas es que el tope para las deducciones es restrictivo.
Con el nuevo régimen, los incentivos fiscales sobre el ahorro para el retiro, la deducción del seguro de gastos médicos y de los intereses reales, de facto, ya no podrán hacer deducibles para todos los conceptos por lo que consideraron que la reforma hacendaria, en lugar de crear incentivos los quita.