Economía

'La suerte del peso depende de quién pague el muro'

Esto dice Juan Carlos Rodado, el analista más acertado para el peso en el segundo semestre de 2016. Si el muro de Trump se paga con un impuesto fronterizo amplio, el peso caería a un mínimo histórico. Otro.

Los analistas que intentan pronosticar la perspectiva de la moneda más volátil del mundo, a menudo se lamentan de que es un dolor de cabeza, ya que está a merced de una política impredecible.

Sin embargo, para el analista más certero sobre el peso mexicano, la respuesta a solo una pregunta resultará más que esclarecedora:¿Quién pagará por el muro?

Para Juan Carlos Rodado, director de investigación del banco Natixis, con sede en París, dijo a sus clientes en un análisis esta semana que está contemplando tres posibles previsiones para determinar el curso del peso este año.

Las tres están vinculadas con la pregunta de quién pagará la cuenta – al menos indirectamente – de la construcción de la barrera física propuesta por Donald Trump a lo largo de la frontera entre ambos países.

1. La previsión más favorable para el peso es que Estados Unidos financie la construcción, debilitando así el dólar a la vez que causa solamente daño simbólico a México, y haciendo que el peso suba 4.6 por ciento para fin de año.

2. Levemente peor sería la idea sugerida por Trump de imponer un gravamen de 20 por ciento a las exportaciones de México a Estados Unidos, que causaría una caída de 2.7 por ciento del peso.

3. La peor previsión para la moneda, según Rodado, sería que el financiamiento provenga de un impuesto de ajuste fronterizo más amplio, que fortalecería el dólar, elevaría la inflación en Estados Unidos y restringiría las ganancias empresariales, haciendo que el peso caiga a un mínimo récord de 22 por dólar interbancario.

La decisión de Trump en materia de política comercial "cambiará completamente el panorama general", dijo Rodado en una entrevista.

Según datos de Bloomberg, fue el analista más certero sobre el peso durante el segundo semestre de 2016.

El peso ha estado a merced de la política estadounidense desde que la campaña presidencial de Estados Unidos se intensificó el año pasado, cuando, en general, se debilitaba al mejorar las perspectivas de Trump y se fortalecía cuando la rival demócrata, Hillary Clinton, parecía estar ganando terreno.

La moneda se desplomó a un mínimo sin precedente después de los resultados de la elección y desde entonces ha visto golpeada por los intentos de Trump de persuadir a los fabricantes de producir más en Estados Unidos en vez de hacerlo en México.

La volatilidad histórica a un mes del peso, medida de las variaciones de precios, es la máxima entre las monedas más negociadas del mundo.

El peso ha subido 5.4 por ciento desde la asunción de Trump por la creciente convicción de que la liquidación había sido exagerada, por cuanto los detalles exactos de los planes de Trump seguían siendo muy poco claros.

La economía de México está estrechamente vinculada con la de Estados Unidos, destino de más del 80 por ciento de sus exportaciones.

"Pronosticar el peso podría considerarse un acto esotérico por la gran incertidumbre que rodea las perspectivas económicas de México", escribió Rodado en su nota.

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