Economía

La crisis del agua ya alcanzó a la producción del vino en Valle de Guadalupe

La falta del vital líquido, así como la falta de infraestructura para captación y el elevado costo de extraer agua subterránea están afectando a la industria, pero la solución podría llegar de Israel.

Baja California se sitúa en una de las llamadas "franjas del vino" del mundo, donde el clima, el sol y la lluvia crean un ambiente benéfico para el cultivo de la uva vitis vinífera, la especie más utilizada para producir vino, pero el desabasto de agua pone en riesgo a esta industria.

En los últimos años, en Baja California, la vitivinicultura ha alcanzado niveles importantes de calidad, ya que sus vinos han obtenido reconocimientos internacionales.

De las regiones que conforman la zona vitivinícola del estado: Valle de San Vicente, Santo Tomás, San Antonio de las Minas, Ojos Negros y el Valle de Guadalupe, este último, produce 95 por ciento del vino en Baja California, y es el más afectado, pues las sequías se presentan por largos periodos y cuando llueve el agua escurre al mar por la falta de infraestructura de captación.

El Valle de Guadalupe demanda 775 litros de agua por segundo para riego agrícola, según expertos, y en cinco años requerirá mil 175 litros.

Desde 1999, el Consejo de la Cuenca y la Conagua buscan la sustentabilidad del acuífero para garantizar el abasto de agua para uso agrícola y público-urbano, pero el costo por la extracción del agua subterránea es elevado y la calidad del líquido empeora.

Ante este panorama, los avances tecnológicos han ofrecido una solución para reusar aguas tratadas que se llevarán de Tijuana al Valle de Guadalupe, permitiendo a los productores contar con agua con las especificaciones de los cultivos.

La solución

La empresa israelí Odis Asversa, que diseña, fabrica y opera sistemas de tratamiento, reciclaje y purificación de agua, ganó la licitación para construir y operar el acueducto que llevará esta agua tratada.

El 13 de septiembre firmó el contrato con el gobierno estatal con una vigencia de 30 años.

Fabián Yáñez, director en México de la empresa, dijo que invertirán mil 300 millones de pesos para dos plantas de tratamiento: una de 600 litros por segundo y otra de 400, además de una línea de conducción de 105 kilómetros.

Según Odis, la primera etapa del proyecto estaría lista en octubre de 2019, cuando empezarán a entregar los primeros 300 litros por segundo y a finales de 2020, mil litros por segundo.

"Estas plantas tienen ventajas: son sistemas compactos que no producen olores para no afectar a los vecinos de los alrededores y lo más importante es que alcanzan a producir calidad del agua muy similar a la del acuífero, pero sin los sólidos disueltos que llegan a la uva, provocándole un sabor salado", dijo.

Además, habrá una estación de bombeo que recorrerá 105 kilómetros para llevar el agua a los polígonos principales de los productores.

"Tenemos un año para negociar los términos del contrato y establecer un esquema para llevar el abasto de agua. Por ahora pedimos que ese líquido no vaya a ser destinado a desarrollos residenciales o campos de golf", pidió Fernando Pérez, presidente del Comité Provino de BC.

Según la Sagarpa, el estado produce 57 por ciento de la uva vitis vinífera en México, de las 11 entidades donde se cosecha.

La mayor parte del financiamiento del acueducto que construye Odis será capital preferencial de Israel, vía el banco Hapoalim con 60%

Santander tiene interés en fondear el proyecto, y el resto será capital de riesgo de los socios de Odis.

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