Ante un alejamiento de las medidas relativas a la oferta, es necesario fomentar la demanda para responder mejor a las preocupaciones globales sobre la deflación, de acuerdo de acuerdo con el secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, José Ángel Gurría.
"La falta de demanda significa que se tiene que hacer algo del otro lado, nos hemos concentrado en el lado de la oferta durante muchos años", dijo Ángel Gurría en una entrevista con Bloomberg este martes.
"Deberíamos estar preocupados por la deflación", añadió.
Mientras que un bombardeo de estímulos monetarios en las últimas semanas ayudó a revertir una caída del mercado financiero, se ha hecho poco para estimular las expectativas de una aceleración sostenible en la producción económica.
Funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) han dicho que esperan rebajar su evaluación de las perspectivas de este año y han instado a los políticos a hacer todo lo posible para estimular el crecimiento.
La OCDE prevé un crecimiento global del 3 por ciento este año, dijo Gurría.
"La inversión va aproximadamente a la mitad de la velocidad que debería estar creciendo debido a las incertidumbres y las cuestiones regulatorias, y por el lado financiero, el crédito no está fluyendo", dijo, añadiendo que se necesitan reformas estructurales para impulsar el crecimiento.
"No estamos pronosticando una recesión, sólo estamos diciendo que las condiciones son difíciles".
LAS TASAS NEGATIVAS
Dentro de la zona del euro, los recortes de tasas de interés del Banco Central Europeo y las compras de bonos han fracasado (hasta el momento) en el objetivo de empujar la inflación al objetivo que tenía la institución, de cerca de 2 por ciento.
La Reserva Federal de EU (Fed) ha reducido el número de aumentos a las tasas que espera llevar a cabo este año, y ha tomado nota de los riesgos planteados por los acontecimientos económicos y financieros globales.
En cambio, las preocupaciones han surgido entre los economistas sobre si las tasas negativas y los programas de flexibilización cuantitativa pueden tener efectos secundarios negativos no deseados, y los bancos centrales se están quedando sin opciones de política aun cuando el crecimiento decepciona.
Nos hemos quedado sin esas soluciones fáciles", dijo Gurría. "Ahora tenemos que pensar a medio y largo plazo", e ir por "los fundamentos de nuevo.