Economía

Jorge Arce, director general adjunto de Santander México, será el nuevo CEO de HSBC México

De acuerdo con Bloomberg, el actual CEO de HSBC México, Nuno Matos, implementará, junto con el director ejecutivo interino del banco asiático, Noel Quinn, la reestructuración global de HSBC.

Jorge Arce, quien es director general adjunto de Santander México desde principios de 2016, se convertirá en CEO de HSBC México, según una persona familiarizada con la contratación.

Arce será el sucesor del actual CEO de HSBC México, Nuno Matos, quien junto con el director ejecutivo interino del banco asiático, Noel Quinn, implementarán la reestructuración global HSBC, dijo la fuente consultada por Bloomberg.

Nuno, que también había trabajado anteriormente en Santander, se hizo cargo de las operaciones de HSBC México a fines de 2015. Los representantes de HSBC no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.

Arce, de 51 años, dirigió la banca corporativa y de inversión en Santander México. Bajo su mandato, el banco aumentó su participación en las ventas de bonos domésticos mexicanos a más del 20 por ciento del mercado local en 2019, desde poco menos del 13 por ciento en 2016, según datos compilados por Bloomberg, lo que hizo subir a la institución financiera del tercer al segundo lugar.

Antes de unirse a Santander, Arce estuvo en Deutsche Bank durante más de dos décadas en Nueva York, y regresó a México para dirigir la unidad local del banco como CEO, según su perfil de LinkedIn y el sitio web de Santander. También se desempeñó como vicepresidente de la asociación bancaria del país.

HSBC es el quinto mayor prestamista de México por activos totales, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, detrás de BBVA, Santander, Citibanamex y Banorte.

HSBC vendió o cerró la mayoría de sus operaciones latinoamericanas durante la última década. El banco mantuvo sus operaciones en México, donde el 40 por ciento de la población no tiene una cuenta bancaria. La unidad de México luchó para superar la mancha de un acuerdo de 1.9 mil millones de dólares en 2012 por parte de HSBC con fiscales estadounidenses, luego de que se le acusara de ayudar a los cárteles de la droga mexicanos a lavar dinero.

Para 2017, expiró un acuerdo de enjuiciamiento diferido de cinco años, lo que indicó que Estados Unidos estaba satisfecho con las mejoras que hizo HSBC.

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