Hasta el día de hoy, no había existido un mejor momento para que productos mexicanos, tanto frescos como preparados, se lanzaran a la conquista del mercado canadiense, señalaron expertos.
La razón es la diversidad de coyunturas que se unen por la situación geopolítica del bloque integrado al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la creciente curiosidad gastronómica de la población canadiense.
Al respecto, Joe Turner, consultor de supermercados, dijo que las críticas de Donald Trump a Canadá y México deberían unir a estos países en el consumo de productos.
"Hay una oportunidad (de mercado para productos de México) y, si me lo preguntas, esas pláticas ya deberían estar comenzando", dijo Turner al hacer referencia al hecho de que parte de los productos relacionados con México, como tortillas, totopos, salsas e incluso preparados como los burritos, llegan de Estados Unidos.
Mercado. En todo el país hay casi 9.5 millones de millennials, quienes representan actualmente el 27 por ciento de la población canadiense.
Desafío. Los exportadores deberán apegarse a los lineamientos para entrar a Canadá, que van del doble etiquetado hasta diversas normas sanitarias.
A LA CONQUISTA DE LOS MILLENNIALS
Para el Food Innovation and Research Studio, de la Universidad George Brown, los millennials son el segmento que mejor aceptaría la llegada de la comida mexicana.
"La diversidad cultural es un impulsor para los millennials. Ellos buscan sabores que sean auténticos, quieren que su comida tenga el mismo sabor que en su país de origen", dijo Winnie Chiu, asesor de productos alimenticios e industria del lugar.
En todo el país hay cerca de 9.5 millones de millenials, los cuales representan el 27 por ciento de la población, además de que son la fuerza laboral más grande, con 37 por ciento, según la agencia Environics Analytics.
La demanda en supermercados por alimentos mexicanos va en aumento y, aunque lo más popular es el aguacate, Chris Gillespie, gerente del supermercado Metro, dijo a El Financiero que se busca introducir otro tipo de productos cuyo origen sea México, pues una buena parte de las ventas es de la comida conocida como 'texmex'.
Sin embargo, el desafío para los exportadores se centra en las regulaciones, que van desde el doble etiquetado en francés e inglés, hasta los certificados sanitarios correspondientes.